El plan del régimen chavista para eliminar a la Asamblea Nacional gota a gota
Desde diciembre de 2015, cuando la Mesa de Unidad Democrática (MUD) obtuvo un triunfo arrollador en las elecciones parlamentarias, Nicolás Maduro comenzó a idear estrategias para disolver a la Asamblea Nacional, cuyo poder podría poner en jaque su futuro político.
Fue así como intentó varias vías hasta encontrar el camino más largo, pero el más efectivo, desmantelar al Parlamento gota a gota.
Inicialmente, el régimen utilizó al Consejo Nacional Electoral (CNE) para inhabilitar algunos diputados. Luego, en 2017, recurrió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para declarar un supuesto “desacato” y anular la totalidad de sus decisiones.
Posteriormente, el régimen convocó a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) sin cumplir con los requisitos que establece la Constitución, la cual exige una consulta popular para aprobar o no el inicio de un proceso constituyente. Pese a lo anterior, el 4 de agosto de 2017 se instaló la ANC con Diosdado Cabello como presidente, quien prometió “asumir las competencias para legislar”.
Pese a todas estas maniobras, la Asamblea Nacional continuó su trabajo, declaró la “usurpación” del cargo presidencial y Juan Guaidó, el jefe del Parlamento, juró como presidente encargado amparado en la Constitución y apoyado por más de 50 países.
Fue allí cuando Maduro decidió tomar medidas más drásticas, usando toda la maquinaria estatal para quitarle los fueros a los diputados, perseguirlos, encarcelarlos o empujarlos al exilio hasta dejar sin quórum a la Asamblea Nacional.
“La ecuación chavista fue sencilla: sin diputados no hay Parlamento”, publica Infobae.
La situación es la siguiente. El Parlamento está compuesto por 167 diputados y el quórum requerido para sesionar es de 84. De los 167 diputados, 112 son de la MUD y de estos, 34 diputados están siendo perseguidos por el régimen, y se encuentran exiliados, asilados, protegidos en sedes diplomáticas o viven en la clandestinidad.
De los 34 diputados perseguidos, 19 tienen suplentes activos, pero al menos 8 van rumbo a dejar sus puestos vacíos, sin representación.
Y es que en algunos casos, tanto el diputado principal como el suplente están siendo perseguidos. Por ejemplo, el 28 de mayo, el TSJ ordenó quitarle la inmunidad al diputado Rafael Guzmán, desde entonces se ha mantenido en la clandestinidad, a resguardo. Pero su suplente es Gilber Caro, quien se encuentra preso en el Helicoide.
En la misma situación están otros 4 escaños: el de Henry Ramos (investigado) y su suplente Ramón López (en el exilio); Gaby Arellano (exiliada) y su suplente, Renzo Prieto (investigado); Sergio Vergara y su suplente, Rosmit Mantilla (exiliados); y Freddy Guevara (refugiado en la embajada de Chile) y su suplente, Juan Andrés Mejía (investigado y en la clandestinidad).
Ocho están resguardados en la clandestinidad: Henry Ramos Allup, Juan Andrés Mejía, Simón Calzadilla, Miguel Pizarro, Carlos Paparoni, Winston Flores, Sergio Vergara y Freddy Superlano.
Otros cuatro se encuentran bajo protección de gobiernos extranjeros: Mariela Magallanes y Américo De Grazia, en la embajada de Italia; Richard Blanco, en la de Argentina; y Franco Casella, en la de México.
El diputado Luis Florido está exiliado en Colombia y el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, fue secuestrado el 8 de mayo por agentes de inteligencia y apresado en el Fuerte Tiuna.
Con información de Infobae.