La policía le preguntó si llevaba algo más y se sacó un caimán del pantalón
Una mujer a la que la policía le dio el alto en un control de tráfico en Florida respondió a la pregunta de si llevaba algo más sacándose un caimán del pantalón, según la Oficina del Alguacil del condado Charlotte, Estados Unidos.
Al revisar el auto, los policías descubrieron que había más de 40 tortugas de barro rayadas (Kinosternon baurii), una especie endémica del sureste de los Estados Unidos.
Uno de los agentes le hizo entonces a la mujer la pregunta acostumbrada para saber si llevaba algo más y para su sorpresa, ella le mostró un pequeño caimán de un pie de largo (30,5 cms) que había ocultado dentro del pantalón cuando le dieron el alto, según el relato hecho por la oficina del alguacil en las redes sociales.
La Florida Fish and Wildlife Conservation Commission, el organismo que cuida de la fauna y la vida silvestre en este estado, ha abierto una investigación a la mujer, de la que no se ha facilitado el nombre.
La propia Oficina del Alguacil de Charlotte ha catalogado el suceso como digno de una exitosa campaña en redes sociales para reunir todas las historias extrañas que tienen como protagonistas a hombres de Florida bajo la etiqueta #Floridaman.
Como también las mujeres floridanas hacen de las suyas enseguida se creó la etiqueta #Floridawoman, donde el caso de esta mujer ocupa ya un espacio por derecho propio con el título “Un caimán sale de un pantalón de yoga”.
La población de caimanes americanos (Alligator mississippiensis), una especie que de 1967 a 1987 estuvo incluida en la lista de animales en peligro en los Estados Unidos, suma hoy unos 1,3 millones de ejemplares y se mantiene estable desde hace décadas.
Las tortugas de barro rayadas dejaron de estar en la lista de especies en peligro en Florida en 2017, según FWC.
Un estudio de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), presentado este lunes en la Unesco, afirma que un millón de especies animales y vegetales se encuentran en riesgo de extinción, muchas en las próximas décadas, a menos que haya un cambio radical en los métodos de producción y consumo. EFE