Enfrentamientos en París en nueva protesta contra Macron
Enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y “agitadores” estallaron este sábado en los Campos Elíseos de París, en una nueva jornada de protesta en Francia de los “chalecos amarillos” contra el gobierno del presidente Emmanuel Macron.
Hay “200 manifestantes pacíficos en Campos Elíseos” y “1.500 agitadores (…) que buscan pelea. Nuestras fuerzas de seguridad responden presente y repelen a los alborotadores. Ya hay 39 detenciones”, tuiteó el ministro francés del Interior, Christophe Castaner.
A media mañana, los enfrentamientos proseguían en torno al Arco de Triunfo –en la parte alta de los Campos Elíseos– entre policías y manifestantes, algunos de ellos enmascarados.
Previamente las fuerzas de seguridad francesas habían dispersado con gases lacrimógenos a centenares de manifestantes que intentaban forzar un control policial en la emblemática avenida parisina.
“Debido a los incidentes en curso en París, el primer ministro (Edouard Philippe) decidió centrarse en la gestión de la situación y acudirá a la prefectura de policía” de la capital, indicó su oficina. Philippe anuló además un desplazamiento previsto en el interior del país.
El llamado movimiento de los “chalecos amarillos”, pide entre otras muchas y dispersas demandas una mejora del poder adquisitivo, menos impuestos y una bajada del precio del carburante.
Esta es la tercera jornada de protestas en Francia, tras las del 17 y del 24 de noviembre pasado, que ya se saldó con serios disturbios también en los Campos Elíseos.
Entre la espada y la pared
Los manifestantes que acudieron este sábado a París a manifestarse pacíficamente, portando sus “chalecos amarillos” de automovilistas, se hallaban así, en medio de policías y agitadores, entre la espada y la pared.
Entre ellos, Chantal, una jubilada de 61 años, que evitaba acercarse al lugar de los enfrentamientos: “Se nos ha dicho que hay agitadores más adelante”.
Macron “debe bajar de su pedestal, debe comprender que el problema (…) es el poder adquisitivo. Todos los meses debo recurrir a mi libreta de ahorro”, afirma la mujer.
Se prevé que miles de “chalecos amarillos” se congreguen este sábado en París en este “tercer acto” de protestas antigubernamentales.
Ante esta nueva jornada de protestas, las autoridades decidieron cerrar el tráfico en los Campos Elíseos, aunque los peatones sí podían acceder a la avenida.
Las fuerzas de seguridad y los comerciantes han tomado sus precauciones, tras los destrozos causados el 24 de noviembre.
Muchos comerciantes colocaron tableros de madera frente a sus locales, mientras el acceso de los peatones a los Campos Elíseos era cuidadosamente vigilado y filtrado este sábado por la mañana por la policía, con un minucioso control de bolsas.
“Nuestra responsabilidad es que todo ocurra de la mejor manera posible”, afirmó el ministro Castaner, que había acudido desde primera hora a los Campos Elíseos para “saludar” a las fuerzas de seguridad.
Unos 5.000 hombres han sido movilizados en la capital, donde están además previstas una manifestación del sindicato CGT y de estudiantes contra el alza de las inscripciones para estudiantes extranjeros.
“Es viento”
El gobierno, saturado por los llamados de los políticos a hacer un gesto a estas reivindicaciones de los ciudadanos más vulnerables, intenta organizar un diálogo con representantes de los “chalecos amarillos”, por ahora en vano.
Los anuncios que hizo esta semana el presidente Macron –un dispositivo para limitar el impacto de las tasas al carburante así como un “gran diálogo” no convencieron.
“Es viento”, reaccionaron varios manifestantes, algunos de los cuales siguen acampados en las carreteras o en las rotondas. “Necesitamos algo concreto, no humo“, resumió Yoann Allard, un obrero agrícola de 30 años.
Esta nueva manifestación es ahora observada con recelo por el ejecutivo de Macron, que accedió a la presidencia francesa hace solamente 18 meses y cuya popularidad cae de forma imparable. El presidente francés acude en Buenos Aires a una cumbre del G20
La primera jornada nacional de los “chalecos amarillos”, el 17 de noviembre, congregó en toda Francia a 282.000 personas, y la segunda a 106.000, 8.000 de ellas en París.
Este movimiento de cólera y protesta se extendió el viernes a Bélgica, donde un centenar de “chalecos amarillos” belgas se manifestaron en Bruselas.