La crisis económica y la inseguridad enterraron la vida nocturna en Caracas

La crisis económica ha llevado que muchos venezolanos dejen de darse gustos ante los elevados precios, sin embargo, a esto se le suma la inseguridad que reina en el país.

En ese sentido, Caracas pasó de ser una ciudad con una vida nocturna llena de efervescencia que colmaba atractivas discotecas y bares, a una ciudad prácticamente desierta en las noches.

De acuerdo a lo reseñado en Caraota Digital, después de las 9:00 pm, la capital de Venezuela se observa desolada, y en lugares como Las Mercedes que alberga varios de los establecimientos de vida nocturna más famosos de Caracas, ya no se ve la misma cantidad de personas que hace algunos años.

El precio de una entrada puede variar entre 500 y 700 bolívares soberanos, sin contar lo que puede costar los servicios dentro de los locales que suelen ser increíblemente altos, aunque pese a esta situación que no es accesible, algunos caraqueños todavía disfrutan la posibilidad de una noche de fiesta.

Son pocos los rumberos los que llegan a las discotecas a pie o en taxi, muchos de ellos, utilizan vehículos o motos. Sin embargo, cuando la fiesta se acaba, los taxistas elevan su voz para anunciar sus servicios, pero ante escasez de efectivo muchos de ellos comenzaron a aceptar pagos por medio de transferencias o pagos móviles.

La calle pasó a ser una buena alternativa para festejar si se cuenta con un vehículo. Algunas zonas de la capital se transforman cuando cae la oscuridad en una reunión al aire libre, llena de carros, música y alcohol. Además para las nuevas generaciones, las opciones se redujeron a la casa de uno de sus amigos, en donde cada persona aporte desde la bebida hasta la comida.