¡Catastrofico! Carro pierde el control en Barcelona y atropella a peatones, motos y terrazas

Carro/Barcelona

Un coche ha provocado un accidente grave este viernes poco antes de las 9 de la mañana en la confluencia de las calles Travessera de Gràcia y Santaló, en Barcelona.

El conductor ha perdido el control del vehículo, al parecer a causa de una “indisposición momentánea” -según fuentes de la investigación- y ha subido a la acera, llevándose por delante a varios peatones, dos terrazas y numerosas motocicletas aparcadas.

Hay al menos cuatro personas heridas. Una de ellas sería una menor de 10 años que iba acompañada de su madre, y que ha sido evacuada en estado grave al hospital Sant Joan de Déu. La niña ha sufrido un traumatismo craneoencefálico, abdominal y pélvico y ha necesitado intubación. Dos de los otros tres heridos están en estado menos grave y han sido trasladados a la Clínica Plató y al Hospital Clínic. El otro herido leve también ha sido trasladado a la Clínica Plató.

Según fuentes oficiales del Ayuntamiento de Barcelona, el conductor de un ‘crossover’ Mercedes de color gris que circulaba por Travessera de Gràcia en dirección a Passeig de Gràcia habría perdido el control del vehículo, invadiendo la acera y arrastrando todo lo que se ha ido encontrando a su paso durante unos 40 metros.

El conductor, que iba acompañado por su mujer, ha podido dar un volantazo, de tal manera que el coche ha cruzado la vía y ha acabado incrustado contra la puerta de una entidad bancaria ubicada en la acera contraria.

Además de las cuatro personas heridas, se han registrado daños a distintas motocicletas que estaban aparcadas sobre la acera y que han acabado arrastradas hacia la calzada.

 

También han resultado afectadas varias terrazas. Afortunadamente, al ser un día de lluvia en Barcelona, no había ninguna persona sentada en las mismas, según testigos presenciales.

Una testigo que pasaba por el lugar justo después del accidente ha visto el momento en que atendían al conductor.

“Veías un coche empotrado en una entidad bancaria, una hilera de motos y terrazas destrozadas con cuerpos en el suelo. Eran momentos de incertidumbre, una sensación de desconcierto y te preguntabas qué podía haber pasado. Justo a mi lado había una mujer llorando que hablaba por teléfono que se había salvado de milagro”, relata. , reseña LaVanguardia

 

 

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