Multimillonario dejó su fortuna por una noble razón y te sorprenderá (+Fotos)
Siempre llega un momento en la vida en la que te pones a pensar si todo el esfuerzo que has realizado valió de algo. Algunos logran conseguir el éxito rápidamente y las metas trazadas terminan siendo simplemente banales y materialistas, es aquí en donde aparece el destino para ‘despertarte’ y hacerte ver que hay algo mucho más allá del dinero, así como lo verás en este video de Facebook de un millonario que renuncia a toda su fortuna por algo más importante, ayudar a las personas con cáncer.
Esta es la historia de un muchacho llamado Mazzi Dumato, un chico que pasó de tener una vida cómoda a ser un millonario que radicaba en los mejores lugares de Dubái y Brasil y que malgastaba su dinero sin saber la oscura sorpresa que la vida le daría para replantearse qué era lo que estaba haciendo por los demás.
Mazzi empezó con una pequeña empresa de diseño web en Dubái y luego creo una agencia de marcas y una de bienes raíces. En tan solo siete años consiguió el éxito esperado empleando estrategias increíbles. Dinero e inteligencia, cosas que te pueden llevar al éxito.
Más de 3 millones de dólares en su cuenta bancaria y propiedades de lujos lo hacían un partido increíble para cualquier persona pero el mismo Mazzi tenía en mente algo que no lo dejaba tranquilo, él no era del todo feliz.
Y es que ya había cumplido su sueño, el ser millonario: “mi único objetivo era tener una fortuna, tener el dinero suficiente para no preocuparme por otras cosas”, dijo el muchacho antes que empezara a caer en la melancolía de la vida.
Todo esto siguió hasta que un día, el destino le puso una muy dura prueba. Mazzi, nuestro protagonista del video de Facebook, se compró un auto marca Ferrari de último modelo y al pasearlo por las calles de Dubái a toda velocidad, este chocó y provocó un accidente múltiple, dejando a varios heridos.
“Compré un Ferrari y pensé que había logrado todo lo que quería. Empecé a salir de fiesta y dos semanas más tarde protagonicé un accidente. Me quedé dormido y terminé debajo de una camioneta”, acotó el señor Dumato.
Esto le valió un día en la cárcel. Ni la publicidad, el marketing, sus amigos comunicadores o influencias le sirvieron para tapar lo que había hecho y esa noche encerrado le valió para pensar en su vida, lo que había conseguido y lo que le faltaba, el cariño sincero, así que ese día se transformó en la clave para poder salir adelante y para hacerlo no tuvo mejor opción que viajar por el mundo.
Mientras hacía esto descubriendo nuevas culturas, conoció a una mujer que se transformaría en la dueña de su corazón, Milena Paese, la cuál se cruzó por su camino en África tras superar una durísima leucemia.
El amor fue a primera vista y ambos se quedaron juntos en Brasil hasta que la misma Milena tuvo una fatal recaída en el cáncer que padecía y estuvo al borde de la muerte, cosa que destrozó a Mazzi pero que lo ayudó a salir adelante y es que tomó como molde y ejemplo de superación a su mujer, a la cuál ayudó hasta que se recuperó completamente.
“La escuché hablando de su lucha contra la leucemia y como viajó al Congo como voluntaria de la ONU para celebrar su recuperación. Me dije: ‘quién es esta maravillosa mujer que solo quiere ayudar a las personas’. Ella es así, dadivosa. Entonces supe que quería ser como ella”, refirió Mazzi Dumato en Facebook.
Ante esto, Mazzi optó por iniciar los trámites para la donación de su fortuna empleando hospitales especializados en el tratamiento del cáncer en Brasil, manteniéndolos todavía con todo el dinero que le queda y también generando ganancias de otros lados que igual invierte en los hospitales.
Por otra parte, el hermano de Milena también contrajo cáncer y el pagó todo el tratamiento y también el transplante de órgano que le debían de hacer. Ahora se sostiene con lo ‘justo y necesario’ para vivir mientras viaja por todo el país de Brasil con una van.
Sus ganancias llegan gracias a un restaurante que abrió en Ecuador y que tiene de nombre ‘United Falabel Organization’ y con un sitio que se llama ‘Spice of my People’ en donde ayuda a algunas de las tribus oriundas de Sudamérica que no tienen manera de subsistir.
“Soy feliz. El dinero no lo es todo, ni la caridad, sino el tiempo y la compañía. Eso quieren los menos favorecidos”, acotó Mazzi muy contento y orgulloso de lo que había conseguido. La vida no es fácil, pero siempre hay maneras para salir adelante y todo depende de uno mismo, el ‘tren avanzará eternamente’.