Caribes perdió ante Puerto Rico en las semifinales y se despide de la Serie del Caribe 2018
Anthony García apagó el entusiasmo del dugout de Caribes de Anzoátegui, con un soberbio cuadrangular con las bases llenas, en el sexto inning, y más tarde Jesmuel Valentín protagonizó un agresivo corrido de bases en el octavo, que cristalizó la reacción definitiva para que Criollos de Caguas consiguiera un triunfo 6-5 y por segundo año seguido accediera la Final de la Serie del Caribe.
El campeón boricua tratará este jueves de conseguir el bicampeonato en el torneo, algo que solo han conseguido Tigres de Marianao (1957, 1958) y Águilas Cibaeñas (1997, 1998).
Anzoátegui desperdició una ventaja de 4-0, que le negó disputar el sexto juego del torneo, también esquivo durante su última participación en 2014.
“Este es un parque complicado (Estadio Panamericano), en el que no podemos cometer errores con la ejecución de los pitcheos. Hasta cierto punto, teníamos el partido en nuestras manos, pero o pudimos localizar un envío, que aprovechó García para devolver a Puerto Rico al juego”, se lamentó el manager Omar López.
Luego de una extraordinaria actuación, Daryl Thompson se desplomó en el sexto tramo, tras completar el primer out con ponche a Jonathan Morales.
Irving Falú, Rusney Castillo y Jesmuel Valentín atacaron al derecho y consiguieron sencillos consecutivos, que expulsaron del montículo al estadounidense. Entonces, apareció en el plato el ex caraquista García y López tomó la decisión de traer a Néstor Molina desde el bullpen.
“Mi forma de dirigir tiene que ver con el bateador al que nos vamos a enfrentar y cuál lanzador posee el repertorio de pitcheos para sacarlo out. En ese momento, Molina, que estaba disponible para un inning o dos, era el pitcher indicado, ya que nosotros hemos visto lo suficiente a García desde Venezuela”, explicó el estratega. “Es un bateador al que no hay manera de sacarlo out fácilmente.
Así que entendí que Néstor era la persona indicada y, desafortunadamente, lo tenía en dos strikes, cuando el sinker que quiso tirarle del medio hacia adentro del plato, se le quedó en el medio y no hizo nada. García lo aprovechó y conectó la bola”.
La bola salió en línea por el jardín central y niveló la pizarra 4-4, lo que comenzó a fraguar el regreso de los puertorriqueños en el último tercio del desafío.
Thompson retiró a los primeros 11 hombres a los que se enfrentó y cuando abrió el sexto, sólo había permitido un hit, con cinco ponches y apenas tres outs en los jardines.
“Salió a esa entrada con 60 pitcheos (43 en strike), quizás le afectó el inning largo en el que hicimos tres carreras (quinto). Sin embargo, no creo que eso evitado que continuara. No había razones para pensar que no podía salir para el sexto”, enfatizó López.
“Pero se perdió y hubo un problema con la secuencia que le hicieron a Valentín. Claro, a los lanzadores y los receptores, les cuesta. No es fácil. Nosotros que estamos sentados, tenemos un ángulo diferente, no tenemos presión, no es la misma adrenalina. Aunque, se trata de reconocer cuando los bateadores están esperando ciertos pitcheos. Valentín se veía que estaba sentado, esperando el cambio. Le tiramos recta, cutter, y no le hizo swing. Después le tiramos par de cambios consecutivos, les dio foul. Luego le tiramos otro cambio y fue el que conectó hacia el left. La cuenta estaba en 3 y 2”.
El excesivo festejo de García y sus gestos al pisar el plato, después de su vuelacercas, provocaron protestas de los dirigidos por López.
“Es lo que está ocurriendo en el beisbol desde hace mucho tiempo. En Estados Unidos, la MLB está buscando la manera de limpiar el juego, para que haya un poco más de respeto. No jugué suficiente beisbol, apenas tres o cuatro años, pero en mis únicos años activo estuve alrededor de muchas leyendas venezolanas, que me enseñaron a respetar el juego”, refirió López. “En Venezuela (García) lo hizo y lo repite en México, donde respetan el juego. Allá él con su forma de jugar”.
La ofensiva de Caribes le dio ventaja en el segundo capítulo a Thompson, gracias a un elevado de sacrificio de Alexi Amarista, que remolcó a Luis Jiménez. Más tarde, en el quinto, Anzoátegui volvió a atacar y sacó del montículo al derecho Orlando Román, uno de los abridores crédito del piloto Luis Matos.
Un doble de René Reyes coronó un racimo de tras rayitas y puso el juego 4-0, pero el relevo de Caguas evitó que el rally se extendiera. Tomás Telis dio ventaja de nuevo a la Tribu en el séptimo, con inatrapable, pero una juagada de doble out terminó con la amenaza.
“Posteriormente, no pudimos detener a la ofensiva de Puerto Rico, pese a que tomamos el control del juego en un inning. Tal vez la ejecución de pitcheos, pero nunca voy a juzgar por una secuencias o por ejecución. Simplemente, se trata de beisbol”, apuntó López.
El bate de Valentín volvió a producir y un agresivo corrido de bases lo llevó a definir el juego. Después de empujar la anotación del empate 5-5, se robó la intermedia y, mientras bateaba García, un envío desviado Mayckol Guaipe, que no pudo bloquear Telis, ayudó a Valentín a meterse hasta la antesala, desde donde pisó el plato amparado en error en tiro del receptor.
“Los muchachos salieron a dar el todo por el todo. Cuando el pitcheo de Puerto Rico cometió errores, nos dio la oportunidad de ampliar el score y, bueno, después las pequeñas cosas, un error, que es parte del juego, de la adrenalina, evitó que tuviéramos la capacidad de regresar”, abundó el mandamás venezolano.
La alineación de los orientales terminó de 15-4 con corredores en posición de anotar, mientras dejaba a ocho hombres atascados en las bases. Caguas mostró otra cara. Fue oportuno, aprovechó lo poco que le dieron y ligó de 3-3 en esa situación.
Según informa Prensa LVBP, los representantes de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional no ganan una Serie del Caribe desde 2009, cuando lo hizo Tigres de Aragua.
“No tengo nada que reprochar a los muchachos, se entregaron y batallaron en todos los juegos. Sólo puedo estar orgulloso por su profesionalismo”, destacó López.
Con información de Caraota Digital