Residentes de Anaco preocupados por el aumento de malaria
Autoridades epidemiológicas de Anaco, estado Anzoátegui están alarmadas ante los casos de paludismo que se han presentado en los últimos meses en el municipio y el hecho de que no se disponga de medicamentos para combatir dicha enfermedad, publica El Tiempo.
La preocupación es aún mayor ya que han fallecido seis personas que se complicaron por falta de tratamiento.
Además, durante el primer trimestre de cada año, las cifra de enfermos tiende a aumentar, debido a la llegada, en diciembre, de trabajadores de las minas (algunos contagiados), comerciantes y “cocineras”, procedentes del estado Bolívar.
Extraoficialmente se conoció que la semana pasada fallecieron tres personas de Anaco a causa de la malaria. Murió una mujer de 43 años de edad, quien residia en el sector Los Olivos, y un hombre de 56 años de Un Solo Pueblo. Ambos eran casos autóctonos.
Vea también: Atención! El sarampión se expande en Caracas pero sólo hay vacunas en Catia
Gloria Caraballo, jefa de Epidemiología del Distrito Sanitario N° 4-A, indicó que antes esta situación lo más recomendable es que se apliquen medidas preventivas en las comunidades.
Agregó que a finales de 2017, se reportaron hasta 40 casos semanales de malaria en Anaco, “pero este año la cifra aumentará por la crisis económica que ha causado que más personas viajen a las minas a trabajar y regresen contagiados”.
“Desde 2017 la situación se complicó por el mayor éxodo de las minas. Hay muchos pacientes con el parásito gametocitos que sí la transmite. Además no hay medicamentos no hay medicamentos en Anzoátegui y otros estados”, explicó Caraballo.
La jefa de Epidemiología destacó que se puede interrumpir la transmisión de la malaria si el paciente recibe tratamiento a tiempo.
“En este momento el centro piloto para la entrega de medicinas es el Centro Diagnostico Integral (CDI) Martín Marval de Anaco, por decisión del gobierno nacional. Allí hacen el censo y entregan medicinas a diario”, señaló.
Caraballo consideró que se debe erradicar o controlar el zancudo transmisor en áreas de riesgo, como quebradas, manantiales, lagunas y desagües.