Mark Weisbrot: “EE UU está jugando un papel terrible en Venezuela”
Puede que la suya no sea una opinión popular ni generalizada en Washington.
Pero Mark Weisbrot no tiene dudas. Para él, “la mayor amenaza ahora para Venezuela es la gente que está pidiendo una rebelión”.
Weisbrot es el codirector del Center for Economic and Policy Research (Centro para la Investigación Económica y de Políticas, CEPR), un think tank con sede en la capital estadounidense, y también presidente del Just Foreign Policy, una organización que tiene como objetivo reformar la política exterior de Estados Unidos.
Y en una entrevista ofrecida hace algunos días al canal internacional de noticias de la BBC, puso como ejemplo de ese riesgo las declaraciones de uno de los más conocidos representantes de la oposición venezolana.
“Leopoldo López llamó a la rebelión militar antes de que fuera llevado de nuevo a la cárcel, para luego regresar al arresto domiciliario”, dijo el experto, en referencia a lo sucedido con López el pasado 1 de agosto.
“Ese es el peligro real: que pueda haber una guerra civil“, insistió.
En realidad fue en junio, al dirigirse a los militares desde la cárcel de Ramo Verde, cuando López mencionó la palabra rebelión.
“¡Ustedes tienen el derecho y el deber de rebelarse ante cualquier orden de reprimir al pueblo venezolano! ¡Tienen el derecho a rebelarse para hacer cumplir la Constitución! No lo hagan más, ¡rebélense! Digan que ese no es su deber, ni mucho menos la orden que debe cumplir”, exhortó el dirigente de Voluntad Popular.
Pero el 25 de julio, en otro video grabado en su casa, hizo referencia a aquel mensaje y volvió a hablarles a las fuerzas armadas.
“Los invito a que no sean cómplices de la aniquilación de la república, de un fraude constitucional. No sean cómplices de la represión. No sean cómplices de un grupo cuyo único interés es mantenerse en el poder”, dijo en esa oportunidad López.
A lo que le añadió: “En los próximos días, si se persiste en llevar adelante el fraude constituyente, ustedes tienen una oportunidad: desactiven el plan república, ya”, dijo antes de ser enviado de regreso a la cárcel.
“Papel terrible”
En su entrevista, el analista estadounidense insistió en la necesidad de un diálogo “como solución a la confusión” que impera en Venezuela.
Pero según Weisbrot, eso es algo que la “oposición venezolana de línea más dura” no quiere, como demostrarían las declaraciones de López.
Y en esta situación, Estados Unidos juega “un papel terrible”, valoró.
Efectivamente, según el analista, “la oposición en Venezuela está tan dividida como hace 15 años”.
“Así, tienes por ejemplo a líderes como Henri Falcón (gobernador del estado de Lara y presidente del partido de centroizquierda Avanza Progresista) y Henry Ramos Allup (dirigente del partido socialdemócrata Acción Democrática), quienes dijeron que participarán en las elecciones regionales que la oposición de línea más dura está boicoteando”, prosiguió.
“Y es en ese punto donde la administración (del presidente de EE.UU., Donald Trump) juega un papel terrible“, advirtió.
Este miércoles, la coalición de partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció que “tras ardua consulta” había acordado presentar candidatos para las elecciones regionales, previstas para el 10 de diciembre.
Pero según Weisbrot, el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson está “abiertamente a favor” de que cambie el gobierno en Venezuela y se saque del poder al presidente Nicolás Maduro.
Y, con ello, “ofrece apoyo a la oposición de línea más dura, que no quiere negociar, no quiere una solución pacífica o electoral” para el país.
El analista también criticó la política estadounidense de imposición de sanciones contra el gobierno venezolano, algo que “ya está teniendo efectos” en la nación sudamericana.
Y puso como ejemplo la devaluación de la moneda un 44% en sólo cuatro días.
“De hecho, es posible que no se puedan cerrar contratos con la petrolera estatal, ya que algunos de los funcionarios que debían de firmarlos están sancionados y no se les permite tratar con el sistema financiero estadounidense”, agregó.
De acuerdo a Weisbrot, las consecuencias no se deben solo a las medidas ya tomadas por parte de la administración de EE.UU. contra el gobierno de Maduro, sino también a las “amenazas de sanciones futuras, más duras”.
“Este es un intento real de Estados Unidos para destruir una economía que ya está en ruinas y para forzar al gobierno a que deje el poder”, argumentó.
“Y eso no hace más que aumentar la polarización y reforzar a una oposición de línea dura que quiere derrocar al gobierno ya”.