GNB rompió violín a joven músico durante protesta en Altamira (Fotos+Videos)

El joven violionista, Wuilly Arteaga | Foto: Isaac Paniza

El joven violionista, Wuilly Arteaga | Foto: Isaac Paniza

Un joven manifestante que tocaba el violín en medio de una protesta antigubernamental que se desarrollaba este miércoles en Altamira se vio afectado emocionalmente, luego de que un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) le rompiera su instrumento.

El músico de 23 años intentaba llegar al corazón de los cuerpos de seguridad, cuando fue sorprendido por una oficial que desde una moto intentó arrebatarle su única arma: un instrumento musical.

“La guardia me agarró el violín por las cuerdas, pero yo no solté. Entonces comenzó a arrastrarme por toda la avenida y en un momento dio la vuelta y me pasó por encima, ‘aporreándome’ la pierna… y ahí si tuve que soltar el violín porque no podía más con el dolor”, narró el joven violinista, Wuilly Arteaga, al canal de noticias NTN24.

Sin embargo, Wuilly no dio por perdido su instrumento. A pesar de lo vivido, aún creía que era posible apelar a la misericordia en el corazón de sus verdugos. “Yo me quedé ahí, de rodillas, pidiéndoles que me devolvieran mi violín”, relató.

Créditos: Isaac Paniza

Créditos: Isaac Paniza

Sus sollozos -al parecer- lograron conmover al menos a uno de los efectivos. “Uno de los guardias se lo quitó a la que lo tenía en la mano y vino y me lo entregó. Yo le dí un abrazo y salí corriendo, porque ya me había quitado el celular y la bandera que cargaba”, contó el muchacho.

Estando ya a distancia de aquellos para quienes “el honor es su divisa”, cuando Arteaga se percató del estado de su instrumento, que lamentablemente había quedado inservible.

Allí, abatido, rompió a llorar.

“Me reventaron mi violín, hasta cuándo vamos a estar con esto”, manifestó el violinista, con lágrimas en los ojos, mientras era consolado por un manifestante encapuchado.

El momento, capturado y compartido en redes sociales por el fotógrafo Isaac Paniza, se volvió viral muy rápidamente, y muchos manifestaron su solidaridad hacia el músico. Más de uno ofreció regalarle un nuevo violín para que pueda seguir tocando sus melodías en las marchas

Wuilly Arteaga, sin otro escudo que las notas del himno nacional, su casco tricolor y una bandera nacional, se ha ganado el respeto de los asistentes a las manifestaciones, quienes han podido disfrutar de sus notas en medio de los gases lacrimógenos, los gritos, los tropiezos y el hedor químico. Una escena tan poética como surrealista.


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