¡Toma nota! Medidas para proteger a las mascotas de las bombas lacrimógenas
Los instrumentos de represión como los gases lacrimógenos, perdigones y gases tóxicos, tienen efectos desfavorables no sólo en los manifestantes, sino también en las mascotas.
“Los animales tienden a ser más delicados que las personas. Los humanos tienen unos cinco millones de receptores olfativos, mientras que los perros tienen alrededor de 200 a 300 millones. Su sentido del olfato es mucho más potente. La exposición a gases tóxicos puede causar mayor daño en ellos“, explica Yoselyn Gutiérrez, veterinaria de Maxipet.
Al igual que su sentido del olfato los canes tienen una capacidad auditiva bastante desarrollada, y el sonido de bombas y perdigones tienden no solo a causar daños físicos, sino también psicológicos. Estas situaciones pudieran excitar al animal más de lo normal, propiciando que intente escapar del lugar o agrediendo a alguien que esté cerca.
“Si la mascota llega a sufrir de hiperexcitación es recomendable dar una dosis de algún tranquilizante ajustado a su peso, raza, edad y condición, siempre con recomendación del veterinario de confianza”, afirma Cristian Reyes, veterinario de Maxipet.
Si las mascotas son expuestas a gases lacrimógenos o tóxicos pueden presentar irritaciones intensas de los ojos con lagrimeo abundante; hipersensibilidad a la luz, conjuntivitis o ceguera temporal; irritación de la membrana de la nariz, tráquea y pulmones, lo cual puede producir secreción nasal, sensación de ahogo o tos; irritación del estómago con inducción del vómito y posible diarrea e irritación de la piel con sensación abrasiva y dolorosa picazón.
Las marchas requieren de caminar en masa y estar en constante movimiento; esto podría generar estrés a la mascota, que acompañado con el calor, aumenta el riesgo de tener un shock térmico (aumento radical de su temperatura), un episodio que es difícil de estabilizar y puede causar la muerte del animal.
Ambos veterinarios recomiendan lo siguiente:
• Rociar una mezcla de bicarbonato de sodio con agua en el aire para mitigar el efecto de los gases.
• Humedecer muy bien su pelaje.
• Lavar a la mascota apenas termine la situación de conflicto.
• En la casa, cerrar las ventanas y usar un ventilador o abanico para contrarrestar el flujo del gas.
• Luego, si es posible, llevar a la mascota a un chequeo médico, considerando que muchas reacciones alérgicas son internas.
• En caso de que el animal sea herido por un perdigonazo, se hace más importante la llevada al veterinario, para que se controle la herida y se eviten infecciones.
EU.-
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