El liquiliqui, el traje de Venezuela que divide a gobierno y oposición

Maduro declaró el Liqui Liqui traje nacional el pasado 01 de febrero | Foto: @PresidencialVen

Maduro declaró el Liqui Liqui traje nacional el pasado 01 de febrero | Foto: @PresidencialVen

No fue casual que Hugo Chávez lo vistiera el día que salió de la prisión en 1994 tras haber liderado un fallido golpe de Estado en 1992.

Tampoco que el escritor Gabriel García Márquez se decantara por el traje, que también se viste en zonas de Colombia, en lugar de por un frac en la ceremonia de Estocolmo en la que recibió el premio Nobel de Literatura en 1982.

El sencillo atuendo de algodón o lino, usado sobre todo en la calurosa región de los Llanos venezolanos para ceremonias y para bailar el tradicional joropo, representaba algo especial para Chávez como para García Márquez en aquellos eventos.

Y ahora vuelve a la vida pública y política de Venezuela gracias al significado que se le atribuye.

Nuevos colores

El 1 de febrero, el presidente Nicolás Maduro decretó que 2017 sería el año del liquiliqui.

“Iniciaremos el rescate del liquiliqui como símbolo patrio”, dijo el presidente, convirtiendo el traje en cuestión de Estado.

Desde entonces, ha aparecido en actos públicos con el liquiliqui en diferentes colores: beige, gris, negro, verde olivo.

“Es del pueblo”, dice Maduro, que trata de recuperarlo como símbolo del oficialismo después de que diputados del partido opositor Voluntad Popular (VP) lo vistieran en las dos últimas sesiones de instalación de la Asamblea Nacional, en 2016 y en 2017.

El líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, que lleva más de tres años encarcelado, se casó con Lilian Tintori vestido con un liquiliqui blanco, de ahí el homenaje de sus compañeros de partido.

“Es un secuestro decidir desde el poder quiénes pueden usar los símbolos nacionales y quiénes no”, replicó el diputado de VP Freddy Guevara el “decreto” de Maduro.

Gobierno y oposición también libraron en el pasado una batalla por el uso de la estridente chaqueta deportiva con los colores de la bandera nacional.

Pero ahora, ¿qué simboliza el liquiliqui como para que sea objeto de disputa?

Campo vs Ciudad

El origen del traje es impreciso. Unos señalan que llegó desde Europa, otros le atribuyen origen asiático.

Se parece a otras prendas del Caribe y es tradicional de la zona de los Llanos, en el centro de Venezuela. Y ahí radica la clave.

“A finales del siglo XIX se vuelve como el traje típico venezolano. Se empieza a ligar con los Llanos y con la figura del llanero, que es fuerte, popular, y se convierte en una prenda muy nacionalista”, explica a BBC Mundo Cecilia Rodríguez Lehmann, profesora de Literatura y estudiosa de la historia de la moda y el traje en Venezuela.

Por ello, el atuendo se convierte en una prenda popular y sencilla del hombre rural, del interior, que se opone a la figura afrancesada, refinada y moderna de la capital, Caracas.

“Se ha usado como símbolo de una nacionalidad ligada a lo rural, a la figura del llanero, a la figura del caudillo”, agrega Rodríguez Lehmann, que en su libro “Con trazos de seda” analizó cómo el poder en Venezuela usó la vestimenta en el siglo XIX.

Varios próceres de la independencia eran llaneros, así como Chávez, que recuperó el traje en la vida política del país.

Al llanero se le atribuyen por lo general valores como la fuerza, la honestidad, la franqueza y el apego a la tierra, y es una imagen de la lucha heroica por la independencia.

Maduro, con bajos índices de popularidad por la grave crisis social y económica que atraviesa el país, da ahora continuidad a ese valor de la prenda y se asocia a él.

Mensajes políticos

Pero ese uso de una prenda no es una novedad. En pocas ocasiones el presidente usa traje y corbata tradicionales. Suele vestir amplias camisas que recuerdan a las de los militares, quienes precisamente cuentan con una fuerte presencia en el gobierno actual.

El liquiliqui tradicional es de color blanco, como el que vistió García Márquez, al recibir el Nobel, beige o gris.

Maduro, sin embargo, lo ha usado en negro y verde olivo, algo a lo que la experta Rodríguez Lehmann atribuye una “connotación militar” que le lleva a establecer una comparación con Mao, el líder chino que da nombre al cuello redondo, cerrado y sin solapas de la chaqueta que caracteriza al liquiliqui.

“Es muy claro el mensaje político del traje chavista, está muy bien pensado y el liquiliqui sigue esa vía de la nacionalidad y del hombre fuerte del Llano frente a los ‘pelucones'”, afirma Rodríguez Lehmann.

“Pelucones” -por las pelucas de la aristocracia en el siglo XVIII- es un término que ha usado Maduro de forma despectiva para referirse a la alta sociedad, sobre todo de Caracas, que él califica como la “oligarquía opositora”.

La edad, el peso o las cejas de los políticos son argumentos usados en Venezuela para la descalificación.

Y también la vestimenta.

La reciente visita al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de Lilian Tintori, que defiende por el mundo la liberación de su marido, Leopoldo López, generó casi más ruido por la blusa que vistió que por el significado político del evento.

Hubo artículos en los medios y bromas en las redes sociales. Y Maduro, del que también se burlan cuando viste el liquiliqui, también se refirió sin mencionarla a la camisa de Tintori.

“Mi amigo Donald Trump no se ha tomado la foto conmigo, vale, pero me voy a poner un liquiliqui, uno no puede ir tan mal vestido para la Casa Blanca”, dijo el presidente entre sonrisas.

Aquel día, Maduro no vestía liquiliqui, sino una amplia camisa verde pistacho o aguacate. Al fin y al cabo, el elegante traje no es para todos los días.

bbc-single


Lea también:

Suscribete
Notificar a
guest
0 Comments
Más antiguos
Más nuevos Más votados
Inline Feedbacks
View all comments