Guante electrónico permite levantar hasta 40 kilos de peso “sin ningún esfuerzo”
Una empresa emergente (“star up”) de jóvenes portugueses diseñó un guante electrónico que permite levantar hasta 40 kilos de peso sin ningún tipo de esfuerzo físico, con la mano relajada.
El coordinador del proyecto, Filipe Quinaz, develó en una emisora de radio local que la empresa Nuada se ha afanado en utilizar componentes de bajo consumo energético para poner en pie tal invento, aguardado como una «solución milagrosa» por parte de los numerosos usuarios que reúnen el perfil de potenciales clientes, reseña ABC.es
“Nuestro objetivo pasa por aligerar el peso pesado manteniendo la sensibilidad a la hora de establecer el contacto, así como una relación no invasora con el cuerpo”, señaló Quinaz antes de puntualizar que se trata de un método “seguro” y “eficaz”.
El guante será realizado con material textil “fino, transpirable, flexible, inteligente y personalizable”, con la intención de devolver la función de la mano a las personas con dolor o falta de fuerza.
La empresa Nuada está integrada por áreas de ingeniería informática, mecánica, electromecánica e industrial, que pertenecen al Parque de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Oporto.
También han desarrollado un programa focalizado en los avances médicos, en el cual se inscribe el citado guante electrónico, especialmente indicado para personas mayores, que sufran artritis e incluso pacientes que han experimentado las consecuencias de un accidente vascular cerebral.
La base de su funcionamiento está en la rapidez de transmisión de datos desde el momento en que se activa el mecanismo, lo que favorece una respuesta inmediata a cada situación.
Además, el guante podrá ayudar a mejorar el desarrollo del trabajo de profesionales como los contratados en cadenas de montaje o en la construcción civil, por ejemplo.
No se ha estimado el precio del producto. Sin embargo los diseñadores señalan que de producirse una venta masiva para factorías, el coste del guante se reducirá de forma considerable. Al parecer, se trata de uno de los segmentos de mercado más buscados por la «start up».
Tras fracturarse una mano
La idea se le ocurrió a Filipe Quinaz tras fracturarse una mano que lo dejó impedido temporalmente de realizar sus funciones. De ahí pasó a dar respuesta a estas necesidades, pues se dio cuenta que numerosas personas sufren accidentes de esta índole y se pueden beneficiar del avance.
“Me di cuenta que una simple disminución de la fuerza de la mano acarrea consecuencias muy graves, así que me apoyé en dos profesores para dar forma a este prototipo”, contó.