Expresidentes españoles piden libertad de presos políticos y denuncian que el diálogo fue una farsa
Los ex presidentes del gobierno español Felipe González (PSOE, socialista) y José María Aznar (PP, centroderecha) pidieron este jueves la libertad para todos los opositores presos en Venezuela y denunciaron como “farsa” el diálogo que mantuvo el gobierno de Nicolás Maduro con la oposición.
Felipe González, que ha formado parte del equipo internacional de juristas que defiende a López en Caracas, afirmó que el gobierno de Venezuela “no quiere el diálogo más que para humillar a la oposición y para mantener un régimen tiránico“.
Denunció la existencia en Venezuela de 110 presos por oponerse al gobierno, no solo políticos – como Leopoldo López, líder de Voluntad Popular; Daniel Ceballos, exalcalde de San Cristóbal, y Antonio Ledezma, alcalde de Caracas-, sino también muchos estudiantes, y afirmó que con presos políticos y de conciencia “no hay democracia”.
“Hay más presos políticos que cuando comenzaron el diálogo“, dijo, y denunció que el Ejecutivo de Maduro los usa como “carne humana” para la negociación.
Respecto a los interlocutores de ese diálogo, concluyó que “no puede haber presos de conciencia en Venezuela y sentarse a hablar sin sonrojo con el gobierno”.
De la misma opinión fue Aznar, quien calificó de “dictadura represiva” al gobierno de Venezuela y de “farsa” el diálogo con la oposición.
Consideró que el gobierno venezolano permitió ese diálogo “para garantizar la continuidad de Maduro y dividir a la oposición”.
Tanto González como Aznar apoyaron al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que en mayo pasado invocó la activación de la Carta Democrática a Venezuela por no respetar el orden constitucional, un proceso que puede llevar a la suspensión del país latinoamericano como miembro.
“Hay que apoyar a Almagro”, dijo González, para no tener que lamentarlo en los próximos años cuando la situación empeore.
Aznar, además de apoyar al secretario general de la OEA, hizo un llamamiento a los gobiernos de Latinoamérica presentes en ese organismo “para denunciar la situación”, así como a los países de la Unión Europea que, dijo, “no pueden mirar para otro lado”.
Alabó la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ayer recibió en la Casa Blanca a la esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori.
Con información de EFE
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