Corrupción, narcotráfico, DDHH: Los otros altos cargos de Venezuela acusados por EEUU antes de El Aissami
El gobierno y la justicia de Estados Unidos nunca habían apuntado tan alto, pero no es la primera vez que investigan y sancionan a altos cargos del Ejecutivo o el ejército de Venezuela.
El lunes, el Departamento del Tesoro sancionó al vicepresidente de Venezuela, Tareck el Aissami, al que acusa de tener “un papel fundamental en el tráfico internacional de narcóticos”.
Es la última y más prominente figura pública de Venezuela en ser señalada, pero no la única.
Su actual compañero de gabinete, el ministro Néstor Reverol, también está acusado por la justicia de Estados Unidos, así como lo han sido otros cargos o exfuncionarios del gobierno o el Ejército.
A ellos hay que sumar a Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro. Ambos fueron condenados en noviembre del año pasado en Nueva York por tráfico de drogas.
El narcotráfico es el delito más imputado a dirigentes venezolanos, pero Estados Unidos también ha acusado de corrupción y de violaciones de derechos humanos.
Oficiales de las fuerzas armadas
En marzo de 2015, el Departamento del Tesoro agregó los nombres de siete venezolanos a la lista de personas relacionadas con el tráfico de drogas a las que se les congelan sus propiedades y cuya entrada a Estado Unidos queda prohibida. El lunes se sumó a ella El Aissami.
Entre ellos había altos oficiales de la fuerza armada venezolana. La figura más prominente era Gustavo González López, director entonces de la inteligencia militar.
La reacción del presidente Maduro fue nombrarlo ministro del Interior.
Estados Unidos consideraba que todos ellos habían usado el territorio o el sistema financiero del país para sus supuestas actividades delictivas.
“Los actos corruptos por parte de cargos del gobierno de Venezuela privan a Venezuela de los necesarios recursos económicos que podrían ser invertidos en su pueblo y usados para alentar el crecimiento económico”, dijo entonces en un comunicado el secretario del Tesoro, Jacob Lew.
Meses antes, en 2014, el Departamento de Estado impuso una prohibición de viajes a dirigentes acusados de abusos durante las protestas estudiantiles de febrero de 2014, en las que murieron 43 personas y por las que fue encarcelado, entre otros, Leopoldo López, líder opositor que se considera un preso político.
De la acusación al ascenso
Maduro reaccionó con la acusación a Reverol igual que con González López: ascendiéndolo.
El general fue acusado por la fiscalía de Nueva York de haber recibido pagos de grupos de narcotraficantes a cambio de ayudarles para movilizar droga que enviaban a Estados Unidos.
Los hechos supuestamente ocurrieron entre enero de 2008 y diciembre de 2010, cuando Reverol era jefe de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA).
Maduro defendió a Reverol el día que lo elevó al cargo de ministro en agosto del año pasado.
“Nosotros hemos capturado aquí varias decenas, el récord mundial de captura de capos del narcotráfico y de golpes al narcotráfico lo tiene este general que está aquí, Reverol Torres”, dijo el presidente.
El escándalo diplomático con Aruba
En septiembre de 2008, el Departamento del Tesoro sancionó a Hugo Armando Carvajal, militar retirado que en 2012 ocupó el cargo de presidente de la Oficina Nacional Contra el Crimen Organizado.
Se le acusó, junto a otros, de apoyar a la guerrilla colombiana de las FARC en sus actividades de narcotráfico.
Pero Carvajal será recordado por un episodio en 2014.
Fue designado por el gobierno de Venezuela como cónsul en la cercana isla de Aruba, dependiente de Holanda, que no había aceptado de modo oficial su nombramiento.
Cuando Carvajal fue a Aruba en julio de 2014, fue detenido por una orden de arresto de EE.UU.
El presidente Maduro alegó que tenía inmunidad diplomática. Como respuesta, se cancelaron los vuelos durante varias horas entre Venezuela y Aruba.
Unos días después fue devuelto a Venezuela y recibido en el congreso del partido oficialista (PSUV) como un héroe. Holanda lo declaró persona non grata.
“Carvajal rompió récord en la lucha en contra del narcotráfico”, dijo Maduro el día que regresó a Venezuela, repitiendo el mismo argumento que usaría con Reverol años después.
Víctima
Tanto entonces como ahora, el gobierno de Venezuela defendió a sus cargos y se considera víctima de un ataque de Estados Unidos contra la revolución socialista que emprendió Hugo Chávez a partir de 1999 y que desde 2013 continuó Maduro.
“Cuando la derecha nos ataca es señal de que vamos avanzando”, escribió en twitter Reverol al conocer este lunes la acusación a El Aissami.
“En lo personal recibo esta miserable e infame agresión como un reconocimiento a mi condición de revolucionario antiimperialista! VENCEREMOS”, escribió este martes en Twitter el vicepresidente.
El Aissami es la figura más importante de Venezuela señalada por la justicia y el gobierno de Estado Unidos.
Y aunque en un principio altos funcionarios de Estados Unidos insistieron en que no se trata de una reacción a su nombramiento como vicepresidente de Venezuela en enero pasado, ese discurso fue alterado al día siguiente.
El secretario del Tesoro, recién confirmado por el Senado, dijo que con las sanciones, el presidente Donald Trump quiso “enviar un mensaje claro al pueblo de Venezuela de que Estados Unidos está de su lado”.
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