Colombia reforzará con 8.500 policías una zona fronteriza con Venezuela
Colombia reforzará con 2.200 policías y militares la convulsionada región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, para contrarrestar la presencia del ELN, última guerrilla activa del país, y de bandas criminales, informó este lunes el gobierno.
“En las últimas 72 horas se han dado instrucciones muy claras para reforzar nuestra presencia militar y de policía en el Catatumbo (Norte de Santander, noreste). Allí pasaremos de 6.300 uniformados a 8.500, es decir, habrá 2.200 soldados y policías adicionales en esta región”, dijo a periodistas el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
El ministerio sostuvo en un comunicado que busca “garantizar” la seguridad de los habitantes de la región y combatir “cualquier amenaza” de bandas narcotraficantes o del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), con presencia histórica en la zona y que la semana pasada inició conversaciones de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Villegas también enfatizó en que las nuevas tropas buscarán brindar seguridad al sitio en el departamento donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del país, se concentran para dejar las armas e iniciar el paso a la vida civil bajo supervisión de la ONU.
Las FARC y el gobierno de Santos firmaron en noviembre un acuerdo de paz luego de cuatro años de negociaciones en Cuba, para superar más de medio siglo de conflagración interna.
En el pacto se establece que la guerrilla debe agruparse en 26 zonas, donde en un plazo máximo de seis meses deberá desarmarse. Uno de esos sitios queda en el municipio de Tibú, ubicado dentro de la región de Catatumbo.
El ministro explicó que los uniformados integrarán unidades de las fuerzas especiales colombianas, en una región con problemas de orden público por la existencia de cultivos ilícitos y rutas del narcotráfico.
Colombia vive un conflicto armado que durante 52 años ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, con un saldo de 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
Además, el país sudamericano es el principal cultivador mundial de hoja de coca, materia prima de la cocaína, con 96.000 hectáreas de sembradíos, a la vez que es el mayor productor de esa droga con 646 toneladas en 2015, según la ONU.