Crecen los rumores: ¿Diosdado Cabello, nuevo presidente de la AN?
Todo parece indicar que la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional, al mando del diputado Julio Borges no la tendrá nada fácil en el 2017. Sobre todo porque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) mantiene el “desacato” contra el Parlamento, lo cual indica que el oficialismo no reconocerá las acciones de la AN, nuevamente.
Según nota del portal El Estímulo, en este país “todo es posible” y por eso no se puede afirmar que la Asamblea Nacional mantendrá sus puertas abiertas y que su nuevo presidente será Julio Andrés Borges. Ya que recientemente el diputado oficialista Diosdado Cabello, aseguró que la nueva junta no tendría “validez” hasta tanto la AN se mantenga en desacato.
Pese a que la Unidad resolvió respetar el sistema de rotación en la AN y que decidieron darle a Borges esta oportunidad. El Gobierno al tener de lado al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) amenaza con intervenir en la designación de las autoridades del Poder Legislativo venezolano.
El TSJ declaró en desacato a la AN y determinó que todos sus actos son “manifiestamente inconstitucionales y, por ende, absolutamente nulos y carentes de toda vigencia y eficacia jurídica”.Esto incluye la escogencia de su propia cúpula. La “transición” formal en el Parlamento depende de que el nombramiento de Borges aparezca publicado en Gaceta Oficial.
Analizando una serie de posibilidades, según un abogado constitucionalista cercano a la Unidad. Un primer escenario es que, apelando al principio de “continuidad administrativa”, Ramos Allup conserve la jefatura de la AN. “Al no poder asumir la nueva, quedaría la junta directiva actual”, también integrada por el primer vicepresidente, Enrique Márquez (UNT), y el segundo vicepresidente, Simón Calzadilla (MPV).
¿Nueva jugada?
No obstante, el experto advierte que nada impide que los magistrados den rienda suelta a su “creatividad” para incordiar aún más a la oposición. Empleando la figura de la “omisión legislativa” –la misma que utilizaron para ratificar a los rectores del Consejo Nacional Electoral- los togados pueden elegir directamente al jefe de la AN.
“Bajo la excusa de que el Parlamento no cumplió con su función, el TSJ asumiría esta competencia para designar a un Héctor Rodríguez (PSUV) o un Diosdado Cabello (PSUV) como reemplazante de Ramos Allup”, alerta la fuente consultada.
El presidente Nicolás Maduro parece reconocer a Julio Borges como líder del Poder Legislativo, pese a que también destacó que su eventual ascenso “es írrito y nulo porque están en desacato”. “Julio Borges, ojalá cumplas esta vez, de que él sí se iba a entender entre los poderes públicos y él iba a hacer un presidente institucional de la AN (…) le deseo suerte al nuevo presidente de la Asamblea Nacional”, saludó el mandatario el martes 20 de diciembre.
Sin embargo, Diosdado Cabello, expresó una opinión distinta el miércoles 21: “Si la AN, los diputados de la oposición van el 5 de enero y eligen presidente de la Asamblea a alguien de la oposición, eso no tiene ninguna validez, porque la AN está en desacato”.
El jefe de la Comisión de Política Exterior y candidato a ocupar la primera vicepresidencia de la Cámara, Luis Florido (VP), llamó a la comunidad internacional a estar vigilante “ante cualquier posibilidad de que el Gobierno de Nicolás Maduro quiera desconocer a la AN e incluso impida la juramentación de la nueva directiva para el periodo legislativo 2017”. En esa misma línea, el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús Torrealba, comentó al diario Clarín de Argentina que dentro del chavismo “hay sectores dispuestos a intentar un golpe palaciego al estilo del ‘fujimorazo’ peruano, cerrar el Parlamento y reprimir a la oposición cada vez más activa”.
Cabello lo adelantó. “Señores escuálidos, no vayan a dormir el 24 y 31 porque les va a tocar San Nicolás la puerta con su sorpresita”, dijo el portavoz del PSUV. Frente a un panorama tan complejo, la opción de que el TSJ entregue a un diputado chavista la dirección de un Parlamento de mayoría opositora no es un chiste del Día de los Inocentes.