Vicente Díaz: Es una estupidez pensar que al Gobierno le faltaba un empujoncito para cambiarlo
Exrector del CNE Vicente Díaz | Foto: Archivo
El exrector del CNE, Vicente Díaz, consideró que la mesa de diálogo no está “dándole tiempo” al Gobierno de Nicolás Maduro, pues este no se encontraba a punto de caer, y en realidad estaba muy lejos de estarlo.
Así lo aseveró en entrevista para Quito Día, donde además afirmó que sería “un estupidez” pensar eso, pues supondría afirmar que “el gobierno estaba caído y que solo faltaba un empujoncito para cambiarlo”.
Insistió que un cambio de gobierno no dependerá del resultado que arroje una negociación con cuatros voceros de la oposición, sino de la presión popular, que a su juicio es más poderoso que todas las cartas con las que se juega el oficialismo para permanecer en el poder.
“Vamos a ponerlo como si fuese un juego de dominó o de cartas, donde los jugadores pueden ser muy hábiles, pero si no tienen buenas piedras o naipes no es mucho lo que puedan hacer. Las cartas y piedras del gobierno son el Poder Electoral, el Poder Judicial, las FANB, el Sebin, la chequera de PDVSA, los grupos paramilitares, y las cartas y piedras de la oposición se constituyen solo por la mayoría en la opinión pública, que solamente se convierten en buenos naipes o piedras en la medida que están movilizadas y presionando”, dijo.
Asimismo, aseveró que la oposición ha hecho lo que ha debido hacer y los calificó de héroes por mantenerse en pie ante las vejaciones a las que han sido sometidos.
“Yo considero que quienes integran la MUD son unos héroes, y no tengo ningún reparo en decirlo. La MUD es la confederación de partidos opositores, cuyos integrantes han ido presos, golpeados, vejados para entrar al Parlamento, tienen prohibición de salida del país, han sido expulsados del Parlamento, algunos están exiliados, son víctimas de la persecución y el ensañamiento del Estado, y a pesar de eso, se han mantenido absolutamente firmes en su lucha”, señaló.
En cuanto al referendo revocatorio, Díaz aseveró que la culpa de que no se haya convocado fue del Gobierno y el CNE, a quienes consideró lo mismo.
Afirmó que la conseuencia de presindir del voto popular es que, tarde o temprano, el resultado es la violencia.
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