Tenía hambre y escapó de sus captores lanzándose de un 6º piso
El señor José Gregorio Álvarez, de 47 años, falleció el pasado domingo 13 de noviembre, luego de lanzarse del 6º piso del edificio 21 de Julio, en la Cota 905, para escapar de unos inquilinos impuestos que constantemente lo mantenían dopado y sin alimentos.
Según publica el portal Caraota Digital, todo comenzó al inicio del año cuando la madre de José Gregorio, la señora Mercedes Pérez de 86 años de edad, se mudó con la hermana de la víctima, Martha Álvarez, a quien le habían detectado cáncer de mama.
Martha Álvarez se había separado de su pareja Elías Rivas, de 54 años, sin embargo; tras conocerse su enfermedad, Elías decidió volver con Martha. Meses más tarde, la mujer falleció.
En el momento del fallecimiento, Elías no dejó que la señora Mercedes regresará al apartamento de la Cota 905 a vivir con José Gregorio. La mantuvo en Mariche “retenida” sin posibilidades de notificarle a algún conocido lo que le ocurría, y le mintió a su hijo José Gregorio diciéndole que su mamá también había muerto.
La octogenaria vivió encerrada durante varios meses, solo la sacaban para que cobrara la pensión y le quitaba el dinero. En una oportunidad, la anciana escribió “ayuda” en unos papelitos y los lanzó en el banco, pero Elías se dio cuenta y la amenazo de cortarle los brazos si lo repetía.
Por otro lado, el captor mandó a unos inquilinos al apartamento de la Cota -una pareja con un bebé de dos años- quienes mantuvieron a José Gregorio encerrado sin posibilidades de que él pudiera comer y bañarse.
El pasado domingo, Álvarez logró “escapar” de la habitación, se lanzó desde el piso seis y cayó a planta baja. El hombre no murió al instante y aún con signos vitales le comentó a los vecinos que no se había lanzado porque quería suicidarse, sino porque “tenía hambre y quería comer”
Álvarez fue trasladado por los bomberos hasta el hospital Pérez Carreño donde murió esa misma noche.
Los vecinos tras saber lo que había ocurrido, decidieron buscar a Mercedes hasta Mariche con la ayuda de la policía de Sucre.
“Ese Elías era una joyita. Quien se iba a imaginar que con esa carita de buena gente iba a querer quedarse con los dos apartamentos. Por eso hizo toda esa maldad”, aseguró la vecina.
Tanto Elías como la pareja inquilina huyeron tras los sucesos.
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