¡Te quiero pero no te quiero! El doble discurso del chavismo sobre el imperio (+Videos)
“Yanquis de mierda”, “yanquis go home”, “Por aquí todavía huele a azufre”, son algunas de las frases más usadas por el fallecido expresidente Hugo Chávez al referirse a EEUU, arremetiendo contra lo que consideraba un imperio que buscaba inmiscuirse siempre en las relaciones internas de cualquier país, buscando “invadirlo”. Es por ello, que durante todo su mandato, la relación diplomática EEUU-Venezuela resultó ser muy tensa, causando rompimiento en varias oportunidades y hasta la expulsión del embajador de EEUU en Caracas.
Daniela Martín/Venezuela Al Día
Con la muerte de Chávez, se llegó a pensar que ambos países se unirían nuevamente. El presidente de EEUU para entonces, Barack Obama emitió un comunicado en el que se reafirmaba el “apoyo al pueblo venezolano y el interés en el desarrollo de una relación constructiva entre ambos gobiernos”.
Washington siempre mantuvo que su intención con Venezuela, era generar una relación armónica, sin embargo tras varios acontecimientos, solo se logró el distanciamiento entre Chávez y los Estados Unidos, el cual luego de la muerte del mandatario, todavía permanecía presente en la población chavista, la cual estaba preparada para continuar el “legado” de odio contra el llamado imperio norteamericano.
De esta manera, el sucesor, Nicolás Maduro, tenía como principal meta continuar el apoyo de Venezuela a los hermanos Castro en Cuba, que incluía emprender una nueva arremetida, más potenciada contra EEUU.
Lo que no esperaba Maduro, es que Cuba, de la mano de Raúl Castro restableciera relaciones con su archienemigo EEUU, presidido por Obama.
Convenientemente, la denominada “revolución venezolana” siempre había utilizado este discurso antiimperialista como parte de un libreto, que solo buscaba hacerse notar como independiente frente a una población que quizás ignoraba, que tanto las relaciones económicas así como los encuentros privados entre ambas partes, seguían vigentes, dejando por el piso todo el guión chavista.
Tanto Chávez como Maduro siempre buscaron ser notados por el líder norteamericano, Barack Obama, o en su defecto por quienes le representarán. Como muestra un botón: pese a las múltiples rabietas de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez contra el secretario de Estado, John Kerry, a quien insultaba cada vez que le parecía, por sus críticas hacia el manejo de la política venezolana, buscaba finalmente ya fuese en una Asamblea de la OEA, o en cualquier territorio neutral, estrechar manos y capturarlo en una histórica imagen.
Reunión con Shannon para apoyo en el diálogo
Cuando, Thomas Shannon, subsecretario estadounidense de Estado y Asuntos Políticos de América Latina, aterrizó en Venezuela un día después del primer encuentro MUD-Gobierno no resultaba una sorpresa, pues evidentemente todo formaba parte de una planificada estructura de imagen.
Maduro, una vez más, dejaba el guión sobre la mesa y extendía su mano al funcionario estadounidense, con quien conversó sobre una nueva etapa de relaciones bilaterales y con quién además se regocijaba de mostrarse como un “presidente dialogante”, que se había sentado pocas horas antes, con representantes de la oposición.
“No quiero hablar por Thomas Shannon, pero sus expresiones fueron muy positivas sobre el inicio del diálogo en Venezuela (…) vino con un espíritu muy positivo”, expresó Maduro tras el encuentro.
Sin embargo, no pudo dejar por sentado el libreto revolucionario y arrojó: “He desarrollado una reunión en privado y se decidió retomar la agenda, el intento, de una agenda de respeto entre el gobierno de Estados Unidos y el de Venezuela. Venezuela recuperó su soberanía, independencia. Venezuela no se mete con nadie en el mundo, pero tampoco acepta que nadie se meta en los asuntos de ella”.
Ciertamente, fue la oportunidad perfecta para que el jefe de Estado venezolano mostrara su mejor cara al mundo, sin percatarse de que eso resaltaría su bipolaridad en relación al contacto que mantiene su gobierno chavista con el gobierno de EEUU.
Sobrinos Flores presos en Nueva York
Queda un tema pendiente. Los sobrinos Flores siguen detenidos en Nueva York. Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro, enfrentan un juicio por conspirar para importar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos.
Y aunque la pareja presidencial no ha emitido pronunciamiento oficial en torno al tema, ambos países están conscientes de la situación. ¿Habrá pasado por debajo de la mesa en las más recientes conversaciones?.
Con información de Venezuela Al Día.