Oficialismo reta a la oposición con marcha hacia Miraflores

Oficialistas retan a la oposición a ir hasta Miraflores |Foto referencial

Oficialistas retan a la oposición a ir hasta Miraflores |Foto referencial

Este jueves seguidores del Gobierno Nacional marchan hacia el Palacio de Miraflores, retando a la oposición venezolana. 

La concentración chavista, que encabezará Maduro en la tarde, ocurre justo el día en que la oposición iba a realizar una marcha a Miraflores en desafío al gobierno, pero que decidió postergar a la espera de gestos recíprocos en el diálogo iniciado el domingo.

“La oposición está cumpliendo (…), el gobierno posiblemente incumplirá la palabra empeñada ante el Vaticano”, afirmó el secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.

Al suspender la marcha a Miraflores y un juicio contra Maduro por su supuesta responsabilidad en la crisis, la MUD dio el martes una tregua de diez días al gobierno para que dé muestras concretas a favor del diálogo, pero el oficialismo rechazó ese plazo como una “amenaza”.

“Ahora resulta que la MUD nos está dando 10 días para que rectifiquemos (…) Nos volvió a amenazar. El chavismo seguirá unido, alerta, en la calle”, afirmó el número dos del chavismo, Diosdado Cabello.

La tregua empezó con mal pie. La misma noche del martes Maduro tildó de “terrorista” a Voluntad Popular (VP), el partido fundado por el encarcelado Leopoldo López que rechazó el diálogo por no creer en la voluntad del gobierno.

“Hoy el presidente está con el monseñor prometiendo cosas y luego de 24 horas está insultando y acusando de terrorista a VP. Lo importante es que el mundo vea que la dirigencia opositora cumple y merece dirigir el país”, afirmó Torrealba.

Ambas partes se comprometieron a “disminuir el tono de agresividad del lenguaje utilizado en el debate político”, según el acuerdo que formalizó la mesa de conversaciones.

Torrealba consideró la acusación de Maduro como una táctica para fracturar a la MUD, que ya se dividió frente al diálogo pues 16 de la treintena de los partidos que la conforman se marginaron del proceso.

En la mesa de diálogo, la MUD pidió la libertad de “los presos políticos” y un cronograma electoral, que según líderes opositores podría ser un adelanto de las elecciones generales -previstas para diciembre de 2018- o una reactivación del referendo revocatorio contra Maduro, suspendido hace dos semanas.

La oposición considera que un cambio de gobierno es la única salida a la crisis que golpea al país petrolero, con un grave desabastecimiento de alimentos y medicinas y una inflación que el FMI pronostica en 475% para este año.

Pese a la suspensión de la marcha opositora a Miraflores, unos 300 estudiantes se concentraron en una estratégica avenida de Caracas, apoyados por dirigentes de VP, y entregaron en la Nunciatura Apostólica una carta en la que piden la excarcelación de opositores,solución a la crisis económica y un proceso electoral.

“Con diálogo o sin diálogo mantendremos nuestras exigencias y en la calle, en protesta”, dijo Hasler Iglesias, dirigente estudiantil de la Universidad Central de Venezuela.

“Estamos movilizados para defender la democracia, la revolución. Hay una amenaza permanente, por eso el pueblo no puede dejar de desplegarse”, declaró el jefe de la bancada oficialista en el Parlamento, Héctor Rodríguez.

Desde hace varios días, decenas de jóvenes chavistas de diversas regiones del país instalaron un campamento en las afueras de Miraflores, para esperar lo que iba a ser la manifestación opositora.

“Un grupo sin ovarios y sin cojones vino a amenazar a nuestro presidente y en vista de eso (…) aquí está la juventud revolucionaria defendiendo al presidente Nicolás Maduro”, declaró a la AFP Tony Bata, en su tienda de campaña.

Según el gobierno, esa marcha era parte de un “libreto” que buscaba replicar los hechos del 11 de abril de 2002, cuando una masiva movilización hacia Miraflores derivó en enfrentamientos que causaron 19 muertos y un golpe de Estado que sacó del poder a Hugo Chávez durante tres días.

Desde que la MUD asumió la mayoría parlamentaria en enero pasado, está enfrascada en una fuerte lucha con el resto de los poderes públicos, a los que acusa de servir al chavismo.


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