El contundente artículo de Nacho: “Venezuela no se rinde”

Miguél 'Nacho' Mendoza

Miguél ‘Nacho’ Mendoza

El cantautornte venezolano, Miguel Mendoza, conocido como ‘Nacho‘, publicó su más reciente artículo en el portal Caraota Digital, titulado “Venezuela no se rinde”, en donde habla de la negligencia y  la insistencia del Gobierno a someter al pueblo venezolano al fracaso del chavismo.

Es impresionante ver a un líder que dice amar a su pueblo, convertirse en el verdugo de la paz de mucho más de la mitad de una población”, escribe Nacho.

El artista asegura que los dirigente oficialistas se han convertido en las nuevas celebridades del país por sus actitudes arrogantes. Sin embargo, admite no sentir odio por ningún afecto del Gobierno.

“La verdad no siento odio por ningún chavista o madurista porque al final no dejamos de ser, no solo simples seres humanos que padecemos y sufrimos de males parecidos sino, compatriotas, pero ellos son los peores merecedores del puesto que ocupan”.

Rechazó el bloqueo por parte del Gobierno de la salida constitucional a través del referendo revocatorio y reprochó su actuación ante la llamada a protesta de la oposición: “prefiere arriesgar la integridad de la gente, ver muertos y heridos, ver enfrentamientos y destrucción“.

“Venezuela no se rinde y el cambio no es negociable y mientras existan voceros de la verdad las artimañas de los delincuentes de cuello rojo quedarán expuestas y algún día, no muy lejano, conocerán la justicia”, concluye.

A continuación el artículo íntegro: 

VENEZUELA NO SE RINDE

Todos los sábados pienso en escribir un artículo que no tenga nada que ver con la situación social y política de Venezuela y lamentablemente no puedo escapar de volver al mismo tema. La luz al final del túnel es intermitente. Siempre hay un nuevo episodio de valentía y voluntad de un pueblo que pide a gritos cambiar de gobierno y empezar la construcción de un nuevo país pero es como si un tractor no pudiera tumbar una casa hecha de anime. Es impresionante ver a un líder que dice amar a su pueblo, convertirse en el verdugo de la paz de mucho más de la mitad de una población con la imposición de un sistema que ha fracasado en todos los sentidos y que ha replicado todo lo que critica.

La mayoría de los defensores del Madurismo son las nuevas celebridades de Venezuela; se han hecho famosos por su arrogancia y prepotencia, por burlarse de la intención de millones de venezolanos de buscar una salida democrática y constitucional a una crisis imposible de disfrazar y por creerse dueños de todo, incluso de la libertad de los ciudadanos. Tienen años sembrando terror con semillas de amenaza en tierra fértil porque nuestra gente es más alegre que aguerrida, es más tolerante que impulsiva, es más optimista que realista y no se supone que eso esté mal porque somos gente buena que se acostumbró a ver el vaso medio lleno.

A pesar de todos los factores negativos de cualquier gobierno anterior al actual, incluyendo al gobierno de Chávez, nunca se había vivido tanto abuso de poder, tanta negligencia para dirigir y administrar los recursos que Dios colocó en nuestro territorio para el goce de los que aquí nacimos, tanta maldad hecha pública, tanta desigualdad entre discursos y realidad.

A los que tenemos la oportunidad de ver la involución a ritmo acelerado que lleva Venezuela en comparación con la evolución de otros países del sur de América, nos duele en el alma saber que hay miles de razones por las cuales deberíamos estar mejor y también nos duele entender por qué no lo estamos y no poder erradicar el único cáncer verdaderamente inoculado en nuestra nación: Nicolas Maduro.

La verdad no siento odio por ningún chavista o madurista porque al final no dejamos de ser, no solo simples seres humanos que padecemos y sufrimos de males parecidos sino, compatriotas, pero ellos son los peores merecedores del puesto que ocupan porque el hombre debe sentir amor por el prójimo más que por un ideal, porque no hay bondad en la burla ni en la humillación, porque no existe paz con el estómago vacío y porque el resentimiento incluso peor que el hambre.

El presidente ha hecho lo que le ha dado la gana con las leyes y con cara de descaro habla de democracia, negó la posibilidad de un referendo revocatorio dejando claro que sabe que sería imposible mantenerse en el poder por decisión de la mayoría, incluso dijo que no podía darle la oportunidad a la “burguesía” de ganar a través de unas elecciones y por eso el pueblo agarrará la calle de nuevo el día 3 de noviembre porque el alto mando prefiere arriesgar la integridad de la gente, ver muertos y heridos, ver enfrentamientos y destrucción, poner en contra de los civiles a los organismos uniformados y armados para la “defensa” del país que hoy se prostituyen por sus líderes, para luego echarle la culpa a otros de los terribles acontecimientos y encarcelarlos.

Venezuela no se rinde y el cambio no es negociable y mientras existan voceros de la verdad las artimañas de los delincuentes de cuello rojo quedarán expuestas y algún día, no muy lejano, conocerán la justicia.


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