¡TRISTE! Acusan a la actriz Ruddy Rodríguez por denigración y despilfarro, vea los detalles
Un escándalo sacude el mundo de la farándula, el cine y la política venezolana. Miembros del equipo de producción de El vuelo del turpial, película que estaba produciendo la exmiss y actriz venezolana, Ruddy Rodríguez, denunciaron a través de redes sociales que la otrora cantante dejó una enorme deuda entre el personal que contrató para la realización de este film, que hasta la fecha no ha sido rodado.
El equipo de El Pitazo contactó a los involucrados para conocer detalles de la denuncia. El 3 de agosto de 2015 un grupo de unas 40 personas de Venezuela, México y Colombia partieron hacia Los Ángeles, EE. UU., con la promesa de recibir entrenamiento de cara a la súper producción que se estaba gestando desde mediados de 2012.
El vuelo del turpial prometía ser una cinta que exaltaría las raíces indígenas venezolanas. Ruddy Rodríguez figuraba como productora ejecutiva, Haik Gazarian como director y Edgard Meinhardt como director de finanzas (CFO, por sus siglas en inglés). La empresa detrás de esta súper producción es R92 Films.
Al llegar a Los Ángeles, los miembros del equipo se instalaron en una oficina en el aeropuerto de Santa Mónica, de esa localidad, pero no recibieron tal inducción. “Solo llegamos a leer el guion, no hicimos más nada; nos pareció un derroche movilizar a tanta gente solo para leer un guion”, explicó Erasmo Colón, quien fue contratado como Prop Master (jefe de utilería).
El guion de El vuelo del turpial fue escrito por la actriz colombiana Valentina Rendón, esposa de Haik Gazarian. Los afectados revelaron que el guion no estaba terminado, lo cual empezó a generar sospechas.
De Los Ángeles fueron trasladados a República Dominicana, lugar que sería la base de operaciones de la producción. “En Los Ángeles estuvimos dos semanas, de ahí fuimos a Santo Domingo. Nos alojaron durante tres meses en un complejo turístico, ubicado en una zona exclusiva, cerca de los estudios Pinewood“, comentó Xiane Pacheco, quien fungía como Productora de Campo (United Production Manager, UPM) del proyecto.
En poco tiempo se comenzaron a ver las irregularidades. Retraso en los pagos, discriminación hacia el personal venezolano, derroche de presupuesto, son algunas de las que señalan los denunciantes.
“A nosotros –los venezolanos– nos pagaban mucho menos que a los mexicanos que tenían exactamente el mismo cargo. Pero el verdadero problema es que incumplieron con el pago y con los compromisos adquiridos”, comentó el Prop Master venezolano contratado para la película.
La producción contemplaba locaciones en tres países: Venezuela, República Dominicana y China. Una operación de tal magnitud requirió del manejo de un presupuesto millonario; no obstante, de acuerdo con el testimonio de los consultados, el dinero fue derrochado en contrataciones, a su juicio, innecesarias. “En Pinewood se recrearon escenarios de Canaima, del Salto Ángel y de los tepuyes venezolanos; el despilfarro en todo el decorado era innecesario porque hay tecnología que permite recrear, con croma por ejemplo, esos escenarios con mucho menos inversión”, añadió Colón, conocedor de producciones cinematográficas con más de 20 años de experiencia.
Con información de El Pitazo.