Aprende a preparar harinas caseras en Venezuela

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Aprenda a preparar harinas caseras en Venezuela | Imagen de referencia

Ante la crisis económica por la cual atraviesa el país, uno de los productos que más se extraña en las mesas de las familias venezolanas es la “harina pan”, la cual es una de las marcas más utilizadas para preparar las inigualables e insignes arepas criollas.

Sin embargo en tiempo de crisis, la creatividad y el emprendimiento aflora por lo que a continuación te indicaremos los métodos para elaborar de forma casera distintos tipos de harina

Harina de arroz

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La harina de arroz es un tipo de harina hecha de arroz molido finamente. La harina de arroz puede hacerse bien de arroz blanco o integral. Para hacer la harina, se necesitan los siguientes pasos:

  • La cantidad que se desee de arroz descascarillado. Puede ser integral o blanqueado, asunto de gustos individuales.
  • Poner en un molinillo de café, procesador o licuadora.
  • Puede hacerse también en un molino manual, pero no quedará tan fino.
  • Moler, haciendo paradas para mezclar, hasta que se obtenga una harina mas o menos fina. Pasar por un colador de grano fino dos o tres veces. Desechar los pedacitos de arroz que no se hayan molido.
  • Extender en una bandeja y poner por una hora en horno muy suave, temperatura no superior a los 100ºC, ya que no se trata de tostar sino de secar. Dejar que enfríe.
  • Guardar en un frasco herméticamente cerrado.

Harina de maíz o garbanzos

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  • Igual procedimiento que la harina de arroz. En el caso del maíz, comprar aquel que ha sido descascarillado. Si no se consigue, proceder, pero hay que tener mas cuidado al colar para retirar los trocitos no pulverizados y volverlos a moler.
  • Si se trata del garbanzo, es necesario lavar bien los granos para eliminar la especie de jabón que los envuelve y secar al horno antes de moler.
  • Recordar de secar la harina obtenida y dejar enfriar antes de guardar.

Harina de almendras

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  • Realmente, no se trata de una harina. Son almendras molidas y tiene una textura bastante gruesa, mayor que la de la harina de maíz.
  • Además, como se trata de una semilla oleaginosa, como el maní o cacahuete, si se muele demasiado se convertirá en crema de almendras.
  • Es preferible comprar las almendras con piel y pelarlas sumergiéndolas por unos instantes en agua hirviendo después de haber apagado el fuego. Luego se quita la piel quitando con la uña el “piquito y apretando la parte superior, redondeada. Secarlas con un paño y luego secar al horno a máximo 80º. Si no se tiene esa temperatura, poner el horno al mínimo y dejar la puerta entreabierta.
  • También es preferible preparar la harina el mismo día o el anterior a aquel en que se va a usar. O guardar en la nevera, pero por poco tiempo.
  • Para moler, es preferible usar un picatodo, en lugar de la licuadora o trituradora, ya que hay que ir soltando continuamente las almendras en trocitos que se pegan de las cuchillas o de los costados del recipiente.
  • Una vez molidas las almendras, extender en una bandeja y volver a secar al horno. Este paso es importante sobre todo en el caso de que no se vaya a utilizar la harina en un plazo muy corto.
  • Este procedimiento sirve también para hacer harina de merey (castañas de cajá, marañón, anacardo), avellana u otros frutos secos del mismo tipo.

Harina de plátano verde

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  • Los plátanos verdes se pelan y se parten en tajaditas bien delgadas, se ponen al sol y sereno por 8 días, luego se muelen y ciernen para obtener un polvo muy fino.
  • Esta harina se usa para sopas y en especial para niños, poniéndole en leche, caldo, etc.

Almidón de yuca

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  • Debe tenerse en cuenta que existen dos variedades de yuca: la amarga o agria y la dulce. Ambas contienen una pequeña cantidad de cianuro, un poco mayor en el caso de la yuca amarga, razón por la cual, en caso de que al probar una yuca ya cocida tenga aunque solo sea un ligero sabor amargoso, es necesario escupirla, lavarse la boca enjuagando e ir de inmediato a la clínica más cercana, explicando lo sucedido. Además de desechar cualquier alimento que se haya cocinado junto con esa yuca.
  • Se empieza pelando la yuca, haciendo para ello un corte longitudinal en la corteza, hasta llegar a la parte blanca, luego de lo cual será muy fácil separar la corteza de la pulpa, simplemente insertando la punta del cuchillo en el corte, haciendo palanca y luego halando de la parte que se ha levantado.
  • Retirar de la yuca los puntos negros así como la nervadura gruesa que pueda haber. Rallar por el lado fino del rallador.
  • Escurrir hacia un envase, puede ser un cuenco de preferencia transparente, el líquido que pueda haber salido al rallar, cuidando que no vaya incluída nada de pulpa.
  • En la elaboración casera tradicional se utiliza una especie de cesto de paja cilíndrico, conocido como sebucán, uno de cuyos extremos se fija a un gancho y el otro se retuerce para exprimir la pulpa. En nuestro caso será necesario usar un lienzo y retorciendo exprimir la pulpa sobre el cuenco que hemos puesto abajo, hasta que no salga nada de líquido.Se puede intentar hacer casabe con la pulpa, formando con la misma torticas muy finas (1/2 cm de grosor o menos) que se dejarán cocer al calor del sol o de un budare o comal puesto a un fuego muy bajo.
  • Se deja decantar el jugo extraído por espacio de unas 12 horas. Luego, se desecha el líquido y se esparce la masa restante en bandejas hasta que se seque, si posible al calor del sol. Cuando esté totalmente seca, se eliminan los nódulos gruesos que se puedan haber formado, se cierne y se guarda el polvo obtenido en frascos o tarros que cierren herméticamente.

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