TWP: “En una Venezuela hambrienta, comprar demasiado alimento puede hacer que lo arresten”

En Venezuela el desabastecimiento se ha convertido en el pan de cada día |Foto referencia/Crédito: AFP

En Venezuela el desabastecimiento se ha convertido en el pan de cada día |Foto referencia/Crédito: AFP

En un artículo de Mariana Zuñiga publicado en el diario estadounidense, The Washington Post, se retrata el drama del venezolano. Y se asegura que “en una Venezuela hambrienta, comprar demasiado alimento puede hacer que lo arresten”.

Según reseña Sumarium, el diario relata las historias de varios ciudadanos y sus peripecias para conseguir productos de la cesta básica mientras hacen rendir el salario cada día más mermado gracias a la inflación.

Además, el texto refiere las historias de aquellos venezolanos que quedaron atrapados en medio de las medidas económicas decretadas por Nicolás Maduro, como el endurecimiento del control en la distribución de alimentos. El mandatario culpa la escasez crónica del país rico en petróleo a una “guerra económica” contra su gobierno, emprendido por enemigos extranjeros, líderes de oposición, propietarios de negocios y pandillas de contrabando.

Economistas atribuyen las escasez a factores más simples como controles de precios y la regulación excesiva. Esto ha desalentado la producción doméstica, haciendo a los venezolanos cada vez más dependientes de alimentos importados.

En un país con una de las tasas de homicidios más altas del mundo, el gobierno venezolano ha detenido al menos a 9,400 personas este año por, según dice, quebrantar normas de compra de productos, alterar una valla publicitaria oficial, revender alimentos o intentar hacer cola fuera de los horarios habituales de los supermercados. Esto según la organización de derechos humanos venezolana Movimiento Vinotinto.

La ONG Provea afirma que de vez en cuando, la GNB realiza una operación de detención de masas apodado “el Autobús de Drácula”, donde privan de libertad a ciudadanos que tratan de esperar en la línea desde la noche a la mañana para comprar comestibles, ahora una práctica prohibida.

Este tipo de medidas comenzaron con el decreto de 2014 de Maduro, “la Ley de Precios justos”, la cual apunta a castigar a dueños de negocios que “desestabilicen” la economía venezolana.

Según la economista venezolana Sary Levy, la mitad de la clase obrera del país ahora depende del ingreso de las ventas de productos en el mercado negro para sobrevivir. Con la inflación anual que corre en más del 700 por ciento, “es normal que empleos formales se hagan poco atractivos” por lo que la gente trata de volverse independiente para subsistir.

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Con información de Sumarium

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