Se necesita más de un sueldo mínimo para comprar 6 productos básicos a precio de “bachaquero”

Se necesita 1.3 salarios mínimos para adquirir 6 productos básicos como arroz, pasta, harina, azúcar, café y aceita a precio de “bachaqueros”.

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Adquirir tan solo seis alimentos básicos como arroz, pasta alimenticia, harina precocida de maíz, azúcar, café y aceite tiene un costo de 20.200 bolívares si se compra a revendedores, lo que equivale a 1.3 salarios mínimos, reseñó la periodista Dulce María Rodríguez para el diario El Nacional.

Como bien describe Rodríguez, “los consumidores que no tienen tiempo o no quieren hacer interminables colas para adquirir productos regulados y escasos, optan por comprarle a los llamados bachaqueros”. Sin embargo, los precios impuestos por estos revendedores son extremadamente altos.

En los alrededores del Mercado Municipal de Quinta Crespo y en las adyacencias de la redoma de Petare, por ejemplo, el kilo de arroz o de pasta alimenticia se venden en 2.500 bolívares, mientras que el de harina precocida de maíz en 2.200 bolívares. Por su parte, el kilo de azúcar se consigue en 3.800 bolívares, el de café en 6.000 y un litro de aceite en 3.200 bolívares.

SOBREPRECIO

El kilo de arroz regulado está en 120 bolívares y el bachaquero lo comercializa en 2.500 bolívares, 1.983,3% por encima.

Adquirir azúcar representa un gasto mayor, de 26,57 bolívares, fijado por la Superintendencia de Costos y Precios Justos, hay que pagar 3.800 bolívares; es decir 14.201% más.

 Al kilo de harina precocida de maíz el gobierno le estableció un precio de 190 bolívares, pero en la calle se expende en 2.200 bolívares, lo que implica 1.057% más.

Por la escasez de azúcar y harina,  más al aumento de la demanda, ahora los bachaqueros los ofrecen por bultos de 20 unidades. El de azúcar cuesta  76.000 bolívares, que corresponde a 5 salarios mínimo, y el de harina 44.000 bolívares o 2,9  salarios mínimo.

“Los bachaqueros le ganan más de 1.000% a los productos controlados”, explica la farmacéutica Daniela Arias, entrevistada por la periodista, y tiene razón porque al comparar el precio regulado de los artículos esenciales con el de los bachaqueros el sobreprecio es mucho más alto.

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