Guarate: Tareck El Aissami no quiere diálogo
El alcalde Delson Guarate aseguró que la Gobernación del estado Aragua no tiene intenciones de dialogar en pro del pueblo.
Alcalde Delson Guarate | Foto: Archivo
El alcalde del municipio Mario Briceño Iragorry del estado Aragua, Delson Guarate, sostuvo que en la Gobernación de la entidad no existe voluntad para el diálogo que permita la reconciliación de los políticos en pro del pueblo.
“No hay disposición para sentarse a hablar y resolver los problemas que aquejan a los ciudadanos”, enfatizó.
Guarate resaltó que han enviado 37 cartas al gobernador del estado, Tareck El Aissami, y han solicitado establecer mesas de encuentro para tratar el tema de la basura e inseguridad. Sin embargo, hasta la fecha no han recibido respuesta.
Asimismo, el mandatario local lamentó que en su jurisdicción no cuenten con presencia policial —pese a que allí es donde quedan las sedes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y de la policía regional— por “no contar con el respaldo del Gobernador”.
En este sentido, Guarate denunció que “por ser una alcaldía opositora, condenan al pueblo”. Según explicó, “las diferencias políticas también han impedido la llegada de las bolsas de comida, así como el trabajo articulado para resolver el abastecimiento u otras problemas de la localidad”.
“Nos quitaron las compactadoras de basura, no nos han transferido los recursos solicitados desde 2014 y por eso hoy en día no le hemos podido cumplir a los ciudadanos como se esperaba”, añadió.
Salida constitucional
Para el dirigente de Voluntad Popular es necesario que el Gobierno disponga de voluntad para salir de la crisis.
No obstante, consideró que a estas alturas esa salida tiene que ser constitucional, medida que aprueba y solicita el pueblo.
“El Consejo Nacional Electoral tiene que permitirle a los ciudadanos que se expresen y evalúen la gestión de Maduro a través del referéndum revocatorio“.
Por último dijo que, desde la cárcel, Leopoldo López les ha hablado del perdón. Sin embargo, “eso no quiere decir que no se vaya a hacer justicia contra los que han cometido crímenes de lesa humanidad”.