Un ex reo de Guantánamo y seguidor de Al Qaeda está en Venezuela
El ex preso sirio de la cárcel estadounidense de Guantánamo Jihad Ahmad Diyab, que salió de Uruguay el mes pasado y cuyo paradero se desconocía, se encuentra en Venezuela, confirmó el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa a la AFP. Contó que llegó a Venezuela pasando por Brasil en ómnibus.
Jihad Ahmad Diyab, nació en el Líbano y se mudó muy pequeño a Siria. Era vendedor de ropa y artículos del hogar pero por la situación económica, se mudó con su esposa embarazada a Pakistán en el 2000. Posteriormente se mudó a Kabul, Afganistán, donde amigos sirios le ayudaron a instalarse y allí abrió un negocio de importación de comida.
En agosto de 2001 viajó a Pakistán a realizarse un tratamiento para el dolor de espalda, mientras que su familia se quedó en Afganistán. Luego del 11 de setiembre, cuando Estados Unidos comenzó la persecución de Bin Laden, Diyab volvió a Kabul y decidió dejar el país para instalarse en Pakistán. Pocos meses después fue arrestado por la Policía de Pakistán, acusado de tener cédulas terroristas de Al Qaeda. En ese momento Estados Unidos ofrecía recompensa por entregar árabes que vivieran en Pakistán, con algún tipo de actividad terrorista.
Diyab fue trasladado a una prisión de EE.UU. en Afganistán y posteriormente lo trasladaron a la cárcel cubana Guantánamo Bay. En 2009 el gobierno norteamericano aceptó su liberación pero debió esperar otros tres años para abandonar la cárcel. Debido a las huelgas de hambres y malos tratos que le dieron en ese centro de detención, su salud se deterioró e incluso debe usar una silla de ruedas. Según el exreo lo obligaban a comer insertándole una vía por la nariz y no lo dejaban utilizar su silla de ruedas.
En el 2014 fue transferido a Uruguay y aunque al principio los abogados decían que estaba “felizmente recuperándose”, mostró su infelicidad con el país. De todos los exprisioneros de Guantánamo, fue el de adaptación más difícil. Diyab acusó en repetidas oportunidades al gobierno uruguayo de incumplir una supuesta promesa de traer a su familia al país. Por eso, en septiembre de 2015, aconsejó a los prisioneros que permanecen en Guantánamo que no aceptaran ir a Uruguay.
También se negó durante meses a firmar un convenio con el gobierno, que ya habían suscrito los otros cinco, por el cual reciben una ayuda económica y a cambio se comprometen a aprender español y a capacitarse laboralmente. Finalmente, signó el acuerdo en febrero de 2016. En una entrevista Diyab dijo que si bien nunca fue terrorista, como consecuencia de las torturas recibidas en Guantánamo, siente simpatía por Al Qaeda.
Con información de Caraota Digital.