La inseguridad es el primer obstáculo para los fanáticos de Pokémon Go en Venezuela

Pokémon Go llega a Venezuela Imagen de Referencia

Pokémon Go llega a Venezuela/ Imagen de Referencia

A pesar de que la aplicación Pokémon Go no ha sido estrenada oficialmente en Venezuela ya hay: un Pikachú en las calles de Cabimas, un Squirtle en la bahía de Juan Griego, un Charmander en un conuco de San Fernando de Apure y un Bulbasaur en una plaza de Barquisimeto.

Ahora los venezolanos también se unen al cúmulo de fanáticos que están atrapados por la fiebre que ha generado Pokémon Go a nivel mundial.
Una descarga directa o usar una configuración de sistema como si se estuviera en Estados Unidos permite a los usuarios de Venezuela instalar el software en sus teléfonos inteligentes y así comenzar la aventura de cazar a los Pokémon que se encuentren cerca de ellos.

Este es un juego que se diferencia de los demás, porque para atrapar a los pokémon hay que estar en constante movimiento. Lo que se denomina como “realidad aumentada”, esta tecnología  permite combinar imágenes digitales con la vida real. Basta con abrir la cámara del celular para ver lo que los otros no pueden. Sobre el asfalto, en el comedor, en una estación del Metro o en un colegio puede haber un Pokémon esperando a ser desafiado.

DIFICULTAD PARA LOS FANÁTICOS VENEZOLANOS

Las criaturas están ubicadas en sitios de interés gracias a la información que le proporciona Google Maps a los servidores de Nintendo, por lo que no es un juego para pasar el rato en el sofá.

Hay que moverse, los usuarios deben recorrer sus ciudades para encontrar a los Pokémon, y en los gimnasios  batallarán.

Sin embargo, en Venezuela hay más grado de dificultad en la experiencia Pokémon, debido a que la aplicación solo funciona con internet y en los espacios públicos del país no existen redes de Wi-Fi estables. Por lo tanto, usuarios llegan a gastar su plan de datos en el juego de realidad aumentada, normalmente en otras partes del mundo los jugadores duran hasta 43 minutos diarios para cazar a las criaturas.

Valeria Morillo, es una de las jugadoras locales que cuenta que ha tenido que jugar dentro de un carro particular para no estar tan expuesta por el peligro de la inseguridad.

“Vivo en Cabimas y los gimnasios quedan cerca del Centro Cívico Coquivacoa. En el centro también he visto uno”, contó Morillo.

Los altos índices de inseguridad es la principal preocupación de los fanáticos venezolanos. Johanna Charinga, jugadora de Caracas, afirma que en la ciudad no ha podido encontrar muchos personajes, hay más variedad de criaturas en el interior del país que en la capital.

“Me da terror sacar el teléfono en la calle, es por eso que no continué jugando. Solo lo intento en espacios cerrados y no es mucho el avance que se puede obtener en el juego”, comenta Charinga.

He salido a caminar. El juego tiene sus alarmas y sus modos de avisar si hay algún Pokémon cerca, no te obliga a estar pegado a la pantalla. La delincuencia es un problema, pero hay que tener cuidado. Si uno está en grupo y en lugares concurridos creo que se puede jugar con tranquilidad”, cuenta Pedro González Acosta, quien ha cazado criaturas en Valencia.

“Tengo 61 Pokémon. Hay muchos gimnasios por toda la ciudad. Junto con algunos amigos que he conocido a través de las redes sociales nos organizamos para mantener dominadas esas zonas que aparecen en el centro comercial Metrópolis, en el Sambil, en parques y edificios, en la Universidad de Carabobo e incluso en el Círculo Militar”, agrega González Acosta.

El trabajo en equipo permite avances en el juego y protección para quienes se aventuran a salir a la calle, de acuerdo con Carlos Torcales, de Maracaibo. “Las iglesias y los colegios son los principales sitios donde hay paradas y gimnasios. Estoy planeando con unos compañeros ir a la Vereda del Lago para subir de nivel”.

Con información de El Nacional

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