Hoy se cumplen 200 años de la muerte de Francisco de Miranda

Francisco de Miranda

se cumplen 200 años del fallecimiento del Generalísimo Francisco de Miranda

Hoy, 14 de julio de 1816, se cumplen 200 años del fallecimiento del Generalísimo  Francisco de Miranda, que estaba encarcelado en un calabozo del Fuerte de las Cuatro Torres, en el arsenal de la Carraca en España.

Nació en Caracas el 28 de marzo de 1750. Sus padres fueron Sebastián de Miranda y doña Francisca Rodríguez. Estudió Medicina en la Universidad de Caracas, pero lo interrumpió para trasladarse a España y seguir la carrera militar.

Conocido históricamente como el “Americano más Universal”, participó en los tres movimientos históricos y políticos más importantes de su época: la Revolución Francesa, que le vale el título de Héroe de la Revolución y Mariscal de Francia; la lucha independentista en Estados Unidos y la emancipación de Venezuela.

Fruto de esos combates, obtuvo diversos rangos militares, entre ellos: Generalísimo y Almirante del Ejército Venezolano, Mariscal de Francia, Coronel del Ejército de los Estados Unidos, Coronel del Ejército Ruso, Coronel del Ejército Español.

En la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, comandó tropas españolas para aplacar a insurrectos estadounidenses en La Florida y Mississippi. En ese país conoció, entre otros, a George Washington, Thomas Paine, Alexander Hamilton y Thomas Jefferson. Miranda tenía un hogar en Londres, donde contrajo nupcias con una señora británica con la cual tuvo dos niños.

Con la ayuda británica, invadió Venezuela en 1806. Llegó al puerto de la vela de Coro, donde la bandera venezolana tricolor fue izada por primera vez. Entre los voluntarios que sirvieron para él en esta rebelión estaba David G. Burnet de Estados Unidos, que sería más adelante el presidente del interino de la República de Texas después de su secesión de México en 1836.

El 19 de abril de 1810, Venezuela inicia su proceso independentista, por lo que Simón Bolívar persuadió a Miranda volver a su tierra natal, en donde le hicieron general en el ejército revolucionario. Cuando el país declaró formalmente independencia el 5 de julio de 1811, él asumió la presidencia con poderes dictatoriales.

A raíz del terremoto del 26 de marzo de 1812, y la derrota de Bolívar a manos de Domingo Monteverde en Puerto Cabello, Miranda comenzará una serie de negociaciones con los realistas, que concluirán con la Capitulación de San Mateo el 25 de julio de 1812 y la pérdida de la Primera República Acusado de traición, Bolívar y otros militares le aprehenden el 30 de julio, cuando se preparaba para embarcarse en La Guaira rumbo a Curazao. Es encarcelado en un calabozo del Fuerte de las Cuatro Torres, en el arsenal de la Carraca en España donde muere el 14 de julio de 1816.

Durante el reinado del terror instituido por Robespierre, Miranda fue arrestado varias veces por los jacobinos, incluso en La Conciergerie de París, cuyos reclusos eran guillotinados en su mayoría. Sometido a juicio en el Tribunal Revolucionario por supuesta negligencia en la defensa de Maastricht, fue defendido por Claude Chaveau-Lagarde -insigne abogado que defenderá, a riesgo propio y sin el mismo éxito, a la reina María Antonieta de Austria-, siendo amenazado con ser deportado después de una medida del Directorio de la Monarquía y los Girondinos. Sin embargo, fue absuelto de los cargos en 1795 y se trasladó a Inglaterra en 1798.

El artista. El prócer de la Independencia gozó de la admiración internacional por sus dotes como estadista, inigualable estratega militar y diplomático. Sin embargo, poco conocida es la faceta que presenta a Miranda como un hombre con profundos conocimientos artísticos, obtenidos durante muchos años de lecturas, de práctica y de contactos con los más importantes artistas de su tiempo.

Cultivó varias disciplinas artísticas. Asistió a innumerables obras de teatro y conciertos. Sostuvo acertadas discusiones con literatos y renombrados artistas de la época. En paralelo a esa intensa vida artística y social, se dedicó al desarrollo de sus potencialidades musicales, específicamente estudió piano y flauta transversa, a este último instrumento dedicó gran parte de su vida logrando reunir una importante biblioteca musical con los mejores métodos y obras de los más famosos compositores del barroco y clasicismo.

En la espera. Hasta la fecha ha sido imposible el reconocimiento de sus restos, ya que al morir fue enterrado en una fosa común en el cementerio del Arsenal de la Carraca. Mientras tanto, le fue dedicado un cenotafio en el Panteón Nacional de Venezuela, donde también están los de Antonio José de Sucre y Andrés Bello. El monumento, diseñado por el escultor italiano Julio Roversi, está coronado por una escultura del general sobre un pequeño pedestal donde hay una placa con las fechas y lugares de su nacimiento y muerte. El pedestal se asienta sobre un mausoleo simbólico decorado con motivos funerarios y con las puertas abiertas. Delante hay un sarcófago que está siendo abierto por un águila, símbolo de poder, la cual está custodiada, a su vez, por una alegoría de la libertad. A sus pies, una placa contiene el siguiente epitafio:

Venezuela llora por el dolor de no haber podido hallar los restos del General Miranda, que han quedado perdidos en la huesa común de la prisión en que expiró este gran mártir de la libertad americana. La República los guardaría con todo el honor que les es debido en este sitio que les ha sido destinado por Decreto del Presidente de ella General Joaquín Crespo, fechado el 22 de enero de 1895.

Las puertas y la tumba parcialmente abierta simbolizan la esperanza de Venezuela de encontrar los restos del prócer, aguardando su llegada.

 

Fuente: Últimas Noticias

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