Ausentismo escolar subió por escasez de alimentos
Yorbelis, de 12 años, estudia sexto grado en un colegio regional de la parroquia Antonio Borjas Romero, en Maracaibo. Ella llegó al plantel, a las 6:45 de la mañana, sin nada en el estómago, y durante los minutos de receso tampoco pudo comprar. La noche anterior, en casa se alimentó solo con una arepa rellena con mantequilla. “No había nada que traer, señora”, respondió a las razones de porqué había ido al colegio sin desayunarse.
Carlos, de 5 años, y quien estudia en la misma institución de Yorbelis, sí logró comer en su casa, antes de llegar al aula. Pero al preguntarle qué había comido, su respuesta fue muy tajante y sincera: “comí arroz solo y agua”, reseña Panorama.
“Yo he dejado de enviar a los muchachos al colegio muchas veces, porque o les compro para hacerles el desayuno y lo llevan al plantel los tres, o almorzamos los cinco. Es preferible ofrecerles el almuerzo, porque en muchas ocasiones no tenemos para más que eso”, contó Yamileth Pérez, representante del colegio privado Jesús Tapia Leal, ubicado en el barrio Ajonjolí, en la parroquia Ildefonso Vásquez.
La realidad de los hermanitos Pérez es vivida, a diario, en las aulas de clase de las instituciones educativas situadas en las zonas más empobrecidas de la capital zuliana. “Tuve un niño que estuvo por tres o cuatro días sin asistir. Yo mande a preguntarle a la mamá con una maestra, que vive en el mismo sector, y la respuesta fue: ‘No tengo para comprarle el desayuno maestra”, detalló la directora del colegio, Isela Ferrer.
Los alumnos dejan de ir al colegio. En lapsos de uno y hasta cuatro días. ¿Las razones? En casa, el ingreso familiar no alcanza para adquirir los alimentos para la lonchera.