El decreto de emergencia no ha podido frenar la inflación ni la escasez en cuatro meses

Nicolás Maduro

Nicolás Maduro

La semana pasada se vencía el plazo del Decreto de emergencia económica promovido por el presidente de la república, Nicolás Maduro, dicho decreto se inició en enero y luego fue extendido dos meses más, el viernes pasado el presidente volvió a extender el decreto porque según ese es el método para vencer “la guerra económica”.

Van aproximadamente cuatro meses de activación del decreto y la situación en cuanto a la crisis económica no ha cambiado en absoluto. Varios analistas señalan que la inflación y la caída del poder adquisitivo son dos de los males que siguen aumentando o creciendo en el país debido al quiebre económico por el cual atraviesa el país.

 

Carlos Álvarez, economista de la firma Ecoanalítica, y Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, coinciden en las pocas probabilidades que posee la extensión del decreto para revertir lo contrario. Asimismo aseguran que se sigue desconociendo las responsabilidades en materia económica optando por culpar a una “supuesta” guerra económica que conspira con empresas nacionales e internacionales para desviar mercancía, acaparar y especular precios. Tales aseveraciones pueden ser escuchadas del mismo presidente de la república, quien, además, asegura que la caída del petróleo también es culpa de la guerra económica.

Algunos resultados del Decreto de emergencia económica

Tanto Maduro como su gabinete de gobierno a través de la extensión:

  1. Aprobaron recursos sin consultar ni tener la aprobación de los diputados de la Asamblea Nacional
  2. Ajustaron la unidad tributaria a 177 bolívares.
  3. Renovaron acuerdos con empresas internacionales como Gold Reserve.
  4. Decretaron miércoles, jueves y viernes como días no laborables como medida de ahorro energético para solventar la crisis eléctrica.

Y tomando en cuenta los días no laborables declarados, la medida decretada por el Ejecutivo promueve la deserción de la productividad en Venezuela. En vez de fortalecer el motor de producción se promueve la paralización.

Las promesas incumplidas

El presidente de Conindustria aseguró que no han disminuido las colas, ni las escasez cosa que indica la poca viabilidad y la poca eficacia del decreto. Ya que en el mismo documento, en el artículo 1, se establece lo siguiente: se va a asegurar a la población el disfrute pleno de sus derechos y el libre acceso a los bienes y servicios. Sin embargo, en este tiempo las fallas de abastecimiento se han exacerbado. Ecoanalítica reporta que a marzo de este año la escasez llegó a 35%, mientras que en igual mes del año pasado, sin decreto de emergencia, se situó en 25%.

De igual forma, Olalquiaga explicó que la falta de materia prima es uno de los obstáculos a los que se enfrentan las empresas, y no ha mejorado en estos cuatro meses la situación. Tampoco se ha revertido la situación de las divisas ni la deuda externa con los proveedores dicha cifra ronda los 12 millardos de dólares, dijo.

Según el Gobierno hay inflación “inducida” y el decreto no ha podido eliminarla

Uno de los tantos propósitos que persigue el decreto de emergencia es “mitigar” los efectos de lo que se ha denominado “inflación inducida”. Y la activación de dicho documento no ha mitigado en ningún momento la inflación. Ecoanalítica publicó que entre enero y abril de este año la inflación ascendió a 56%. En igual período del año pasado estuvo en 35%.

La medición que hace el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros también muestra la variación en los precios de bienes y servicios. Detalla que en enero la canasta básica llegó a 157.833,30 bolívares, y en marzo de este año (última data disponible) ascendió a 203.943,95 bolívares; es decir, que hubo un aumento de 46.110,65 bolívares o 29%.

El Gobierno tampoco ha podido detener el “sabotaje” 

Pese a que el gobierno de Maduro ha implementado una serie de variadas medidas para combatir las consecuencias de una guerra ensañada en su contra, no han podido detenerla. No es la primera vez que escucha a dirigentes del gobierno asegura que se ha orquestado una guerra de sabotaje que involucra a las empresas privadas y a los bachaqueros para desestabilizar el país, pero parece que las fuerzas de Maduro no han podido detener el progreso de dicha guerra. Cabe entonces preguntarse ¿qué se logrará con otra extensión del decreto si no se ha logrado nada?

Según Miguel Pérez Abad, vicepresidente de Economía Productiva, Entre 37% y 40% de los productos que se producen en el país o se importan terminan en cualquier lado, menos en la red de supermercados. Y debido a la imposibilidad del gobierno de acabar con el sabotaje este domingo se decidió fortalecer los CLAP (Comités locales de abastecimiento y producción), encargados de llevar las bolsas de comida en las comunidades. Sin embargo, la economista Sary Levy advierte que lejos de mejorar la distribución, funcionan como un mecanismo de control político, racionamiento y fuente de corrupción.

Con información de El Nacional

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