Lea el artículo completo de Nacho: “EL ESPEJO”

El cantante Nacho|Foto: Archivo

El cantante Nacho|Foto: Archivo

Hay una frase en la que pienso por lo menos una vez al día: “La clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo”. A veces estoy de acuerdo con la consigna, pero muchas otras veces pienso que el error está en “querer quedar bien con todo el mundo”. Ese no es para nada mi objetivo  principal, pero sí quisiera generar un cambio positivo en todas las personas que lo necesiten.

¿Qué otro cambio positivo puede ser más inmediato y efectivo que una sonrisa? Mucha gente me critica porque he publicado, en mis redes, parte del trabajo social que he venido haciendo, he leído cosas cliché como: “que tu mano izquierda no se entere de lo que haces con la derecha”, o “eso lo haces por publicidad”.

Ojalá el mundo artístico tuviese como propósito promocional trabajar ayudando al prójimo, ¿Saben cuántas personas se verían beneficiadas sin importar cuál sea el motivo del que ayuda? Hay artistas (que aprecio y respeto) que han hecho públicas sus pertenencias materiales; carros, joyas, casas, zapatos y mucha gente aplaude el show, les encanta ver este tipo de excesos estilo las Kardashians. Es esa misma gente la que se siente con la moral suficiente para juzgar las intenciones de los demás. Ojalá algún día tenga la oportunidad de regarles una sonrisa a ellos también. Entendí que si hay jovenes que se motivan a tatuarse porque les gusta el arte corporal de sus ídolos, que se visten según la moda que imponga el personaje que admiran, que adoptan su manera de hablar, que aspiran las mismas riquezas superficiales, no debo cohibirme de hacer públicas mis intervenciones sociales si las personas que me siguen están propensas a contagiarse de la misma iniciativa.

Para ustedes es domingo, para mi sigue siendo sábado mientras escribo, mi día no ha terminado pero quisiera contarles como comenzó:

A primera hora de la mañana tomé un vuelo a Caracas, mi equipo de Caraota Digital me esperó para dirigirnos con un cargamento de juguetes a un hogar de niños huérfanos donde compartimos por lo menos 3 horas de juegos, regalos, plática, luego salimos a un hospital donde estuvimos plantados por más de una hora en la entrada esperando el permiso  para poder acceder, permiso que al final fue negado por miedo a que denunciáramos el estado interno del recinto, para ser más específico el hospital se llama Domingo Luciani, tuvimos que repartir los juguetes a los pacientes que salían, pero los directores prefirieron seguir escondiendo su falta que brindarle algo de alegría a los niños, salimos a comer algo, nos encontramos a una señora vendiendo chicles en la calle que nos pidió un bate y un guante para su hijo que aspira ser pelotero, la embarcamos en el carro y salimos a buscar los artículos de deporte, en las primeras 3 tiendas donde nos detuvimos no había ni guantes ni bates (detalles de la escasez), así que enviamos a uno de nuestro equipo a tratar de conseguirlos en otro lado porque ya se nos hacía tarde, nos fuimos luego al hospital Razzetti a la Unidad de Oncología.

Tenía el compromiso de ver a una niña que ha sido mágica en mi vida estos últimos meses, una de las personas más alegres que he conocido a pesar de padecer un estado altamente crítico de salud, allí nos quedamos hasta la noche haciendo paradas de cuarto en cuarto para compartir con los pacientes y dejarles sus regalos, después salimos un rato por las calles de San José Cotiza a hablar con la gente, llegó el bate y el guante que la señora recibió con lágrimas de alegría.

Por fin ya estoy en el hotel, bastante agotado, a punto de una ducha para salir a una presentación, pero no puedo sentirme más contento, mi alma está llena, a diferencia de mi estómago. Mi corazón late con cada rostro de felicidad que vi hoy. No soy ningún santo, he montado cachos, he sentido envidia, le he fallado a mis amigos, he dicho cantidades de mentiras, he sido vanidoso, etc y sí, tengo una casota gigante con muchos carros en el estacionamiento que nadie me regaló, pero ojalá que en vez de criticar te quieras unir a nuestro equipo en plan de hacer por nuestro país lo que los incapaces del gobierno no han hecho.

Hoy conocimos a muchísimas personas que dejan en pena nuestros intentos de ser mejores ciudadanos, que de verdad están viviendo para servir a los demás, yo cada vez me enamoro más de ese sentimiento, me gustaría que cupido te apuntara con la misma flecha. Te quiero.

 

Por: Miguel “Nacho” Mendoza

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