Pablo Pérez : “Sin presión de calle será imposible concretar el revocatorio”

La extraordinaria jornada de recolección de firmas realizada la semana pasada en todo el país nos deja varias lecciones interesantes, las cuales debemos tomar en cuenta para continuar en este difícil proceso para concretar el anhelado cambio que quiere la inmensa mayoría de los venezolanos.La primera de las elecciones tiene que ver con el rechazo hacia Maduro y el modelo que nos trajo hasta la peor crisis conocida en la historia del país. Todas las encuestas se quedaron cortas. Ni siquiera el propio Gobierno imaginaba que había tanto malestar en la calle y el masivo deseo por erradicar el sistema socialista.

Sin una convocatoria formal, ni hecha con suficiente antelación, además sin promoción del evento y hay que reconocerlo sin la suficiente organización, ante el intempestivo cambio de decisión en el CNE, se pudo convocar y conectar con un pueblo molesto, hastiado y con gran deseo de salir de Maduro.

La otra lección que nos deja “El Firmazo” es que sin presión de calle será imposible concretar el revocatorio, porque el Gobierno cuenta con el poder para posponer el evento de consulta, pero además carece del sentido democrático y de oportunidad para entender que fracasaron y que deben abrir paso a nuevas ideas en pro de rescatar al país de una crisis espantosa.

La convocatoria a marchas nacionales hasta las distintas sedes del CNE en todo el país, le movió el piso al Gobierno. Pero además, el colapso que se vivió en gran parte del territorio nacional, pero especialmente en el Zulia, con el nuevo esquema de racionamiento eléctrico, terminó de obligar al régimen a aceptar que se entregaran las planillas para la recolección.

Falta mucho en esta batalla. Ya una rectora oficialista del CNE asomó el próximo escollo: la constatación de las firmas que se recogieron en 30 días. Quieren dar largas a ese lapso porque saben que tenemos el tiempo suficiente para realizar el referendo revocatorio este mismo año. Mientras que los voceros del régimen vociferan del miedo porque ven que su final está muy cerca.

Ante esa realidad de un CNE adverso debemos mantenernos en la calle. Sin violencia, pero armados con la convicción que los venezolanos merecemos un mejor presente y un futuro de progreso. Es tiempo de lucha. Es tiempo de activarnos y participar. Son tiempos de cambio en Venezuela.