Afonso, Apitz y Mármol aseguran que quieren convertir la AN en un jarrón chino

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En un jarrón chino quieren convertir a la Asamblea Nacional al desmembrar una de sus tres funciones medulares: la de control político, aseguran los constitucionalistas Juan Carlos Apitz y Pedro Alfonso Delpino, y la ex magistrada Blanca Rosa Mármol, en referencia de la sentencia número nueve publicada ayer por la Sala Constitucional del TSJ.

El documento final hace que la AN solo puede ejercer el control político sobre el Poder Ejecutivo; obliga que dicha función se ejerza con el beneplácito del vicepresidente de la República; determina la desaplicación por inconstitucionalidad de un artículo del Reglamento Interior de la AN y cuatro de la Ley de Comparecencias, y anula, por adelantado, los actos de la comisión parlamentaria que revisa la designación de magistrados del TSJ.

“La sala dejó de ser Constitucional y pasó a ser sala constituyente porque está creando su propia Constitución. La decisión implica el saqueo de las competencias de la AN. El PSUV trató de hacer un ‘Parlamento comunal’, pero eso es un fantasma que carece de apoyo popular, se apoyan en la Sala Constitucional”, aseveró Apitz.

Desde el punto de vista de Afonso Delpino la sala hizo algo sorprendente en derecho como lo es anular actos futuros: “Sin conocer el informe, el TSJ controla lo que no existe. Eso es contrario al derecho porque el control siempre es posterior. El TSJ sentenció para protegerse a sí mismo. La sentencia no interpreta la Constitución: la rescribe. El TSJ está actuando como poder constituyente y eso es peligrosísimo, pues ese poder está en manos del pueblo y no en manos de siete personas”.

En el caso de Mármol lo que le llamó la atención fue el detalle de que la sentencia está firmada por 4 de los 7 miembros de la Sala Constitucional, los otros tres (Calixto Ortega, Luis Damiani y Lourdes Suárez) nombrados en diciembre, se excusan de firmar “por causa justificada”.

“La sentencia es inmoral porque estos tres magistrados debieron inhibirse, ya que la decisión trata sobre su designación. La ley del TSJ es muy clara: si un magistrado no se inhibe en un caso donde tiene causal de inhibición, en este caso, interés directo, debería ser destituido. Entonces, con este acto, ahora sí la AN tiene elementos para emprender el procedimiento de destitución de estos tres magistrados”, expresó Mármol.

 

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