Los adversarios de Chávez adoptan y mejoran sus estrategias
Según un artículo del New York Times, la oposición del gobierno de Chávez ha estado utilizando y mejorando las estrategias que el difunto presidente utilizó para ganarse al pueblo. Chávez prometió pero nunca entregó los títulos de propiedad de las viviendas que otorgó a los venezolanos.
La oposición que representa la mayoría en el Parlamento Legislativo en Venezuela, parece que adopta y mejora las tácticas políticas del difunto presidente. Ya que quieren conceder los títulos de propiedad a los beneficiarios de la Gran Misión Vivienda, y puede que este sea un movimiento para ganar la lealtad de la población que no está segura si su casa les pertenece.
Hace unos cuantos años atrás la oposición denunció que las intenciones de Chávez eran comprar votos con la construcción de viviendas. Sin embargo, actualmente la oposición utiliza las mismas maniobras populistas.
La oposición está tratando de imitar los aspectos populistas del chavismo, opinó Francisco Rodríguez, un economista de Bank of America Merrill Lynch.
La táctica de la que se habla no es nueva, los gobiernos anteriores a los de Chávez obtenían la confianza del pueblo gracias a la construcción de vivienda. El problema principal que tiene la Asamblea Nacional es que desde ahí no pueden intervenir mucho la política económica que mantiene el gobierno. Y por tanto no pueden arreglar el desastre. La inflación anual es un aproximado de 720%, la caída del petróleo infiere medidas urgentes, que el gobierno no presenta.
Este asunto va al fondo del modelo económico que debería regir en Venezuela, comentó David Smilde, un sociólogo de la Universidad de Tulane que vive en Caracas. ¿Son los ciudadanos quienes deberían decidir qué hacer con su propiedad o el gobierno debe tomar la decisión en última instancia?
El parlamentario Julio Borges, presentó el proyecto de ley que otorga los títulos de propiedad, se argumenta que las casas pueden proporcionar ingreso a los pobres. “Las personas han sido tratadas como si fueran niños con esta ley se puede vender y heredar, algo que ahora es imposible ” Explicó Borges.
Ante esas declaraciones del asambleísta opositor, los dirigentes del gobierno han dicho que es un truco sucio para embaucar al venezolano. “Le dimos a las personas una vivienda digna”, dijo Darío Vivas, diputado de la bancada de la patria.“Julio Borges y la oposición no han construido una sola casa”. Vivas sostiene que el gobierno ha cumplido su promesa de entregar los títulos de propiedad. Sin embargo, varios expertos aseguran que la mayoría de los beneficiarios no cuentan con ese título de propiedad.
Las declaraciones de Maduro ante la propuesta de Borges son agresivas y transgreden en amenazas : “tendrán que derrocarme para llevar al país a una ley de privatización”, aseguró mientras sus seguidores aplaudían.
El caso de Coromoto Carmona, de 40 años, simboliza en gran parte lo que han sufrido, algunos, de los beneficiarios de la GMVV. Ella relata su historia de la siguiente forma: Carmona perdió su primera vivienda en un deslizamiento de tierra sucedido en 1999 y pasó cinco años en los albergues del gobierno. En 2004, recibió una emocionante llamada del gobierno: explicando que tendría una reunión en la mansión presidencial, La Casona, donde Chávez le otorgaría una nueva casa. Se mudó a una casa de dos habitaciones con nueve miembros de su familia. Y pronto comenzaron los problemas, habían pocas escuelas cerca de la nueva residencia, no habían muchos establecimientos para comprar víveres, tampoco existían espacios públicos para los residentes. Y actualmente solo tiene agua una vez a la semana y por cuatro horas.
Carmona aclara que Chávez le prometió, a ella y a sus vecinos, otorgarles los títulos de propiedad de sus viviendas. Sin embargo, solo recibió una hoja laminada que decía que tenía permiso para residir allí. Si decidía irse, no era seguro que pudiera encontrar otro lugar para vivir. “Es como estar en la cárcel”, afirma.
Franco Micucci, uno de los arquitectos que trabajó en el proyecto, comenta que los problemas sociales de este desarrollo urbano se replican en otros lugares. Explicó que cuando se trazaron los planos originales estaban contemplados los espacios públicos y servicios como escuelas y tiendas para los residentes de Ciudad Miranda. Pero el gobierno solo construyó casas. “No me sorprende que los habitantes quieran irse del lugar”, comentó. “Yo, como muchos otros arquitectos, fuimos optimistas”, pero al final “Ciudad Miranda es como ‘Ciudad de Dios’”, añadió, refiriéndose a la película brasileña que trata sobre los suburbios inundados de drogas en Río de Janeiro. Informa el portal de New York Times.
Según cuentan los habitantes de Ciudad Miranda el espacio está tomado por grupos delictivos armados, mejor conocidos como colectivos, simpatizantes del gobierno. Yoni Iriarte, simpatizante opositor de 26 años, residente de Ciudad Miranda, contó que: “me dijeron, el gobierno te va a quitar tu casa’”. Otros habitantes del lugar, incluida Carmona, contaron que recibieron amenazas similares. Iriarte asegura que “si el gobierno no me chantajeara con quitarme la casa, podría votar por quien quisiera sin importar quién sea el presidente”.
Ricardo Hausmann, economista de Harvard que trabajó para el gobierno en la década de 1990, ve otros beneficios. Al lograr que los pobres de Venezuela sean dueños de sus viviendas, los diputados opositores les estarían dando un capital a personas que no lo tienen. “Tener derechos de propiedad significa que tienes un activo, estás empoderado”. Explicó.
Sin embargo, Rodríguez, del Bank of America, expone que “si permites que las personas vendan sin restricciones, puedes crear nuevos problemas”.
Marquesa Alcendra, de 68 años, quiere vender. Explica que después de perder su casa en un derrumbe, pasó varios años en albergues, el gobierno le dio una casa en Ciudad Tiuna. Los apartamentos se ven espectaculares a primera vista. Sin embargo, Alcendra asegura que el peligro de la delincuencia está a la vuelta de la esquina, tuvo que colocarle rejas a sus ventanas, pues le teme a sus propios vecinos. “Antes mi vida era mejor”, se lamentó.
Por otra parte, algunos simpatizantes del gobierno, como Daniel Velázquez manifiesta mucha gratitud hacia Chávez. “Salí de vivir en una pocilga en lo alto de una montaña donde tenía que subir 500 escalones y solo llegaba agua una vez al mes para estar aquí, donde lo tengo todo” Dijo Velázquez. La esposa del beneficiario asegura que no le importa en absoluto los planes de la oposición para darle el título de su vivienda.