Crisis de Marinaleda vs la crisis en Venezuela
Alcalde de Marinaleda
Marinaleda es una ciudad ubicada en Andalucía, España, las autoridades del lugar “imitan” la filosofía de la Revolución Bolivariana, o socialista en todo caso. Esta ciudad está sufriendo ahora por adoptar las doctrinas socialistas de Venezuela. Una investigación realizada por Alicia Hernández explica a fondo la situación de dicha ciudad.
Marinaleda tiene una población aproximada a los 2.778 habitantes. En sus calles se encuentra el lema “Marinaleda, una utopía para la paz”, y mensajes como: “el pueblo unido jamás será vencido”, “paz con justicia social”, “Andaluces, levantaos”. Algunos de los personajes que consideran importantes en la ciudad es Salvador Allende y Ernesto Che Guevara, este último es muy conocido y adorado por la izquierda venezolana.
En Marinaleda se fundó un Sindicato de Obreros de Campo, cuando en 1975 Francisco Franco muere, y llega al poder el Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT) en 1979 con José Manuel Sánchez Gordillo. Desde esa fecha comienza “el cambio” y la lucha. La señora Rosa residente del lugar evoca el pasado y dice:
“Esos fueron días fuertes. Los hombres estaban en las tierras, día y noche para que no los echaran y nos las dieran. Mi marido estaba allí y yo cocinaba. Así nos repartimos, ellos en el campo y nosotras ayudando con lo que necesitaran. Que si un día hacía un cocido, unas lentejas… Ollas grandes para llevar al cortijo y ayudar”.
En 1980 aproximadamente 700 personas durante 13 días se declararon en huelga de hambre, exigían mejoras laborales, no soportaban más la explotación ni la miseria en la que estaban sometidos. El lema era “la tierra para el que la trabaja”, tuvieron éxito y se apropiaron de grandes fincas, extensiones de terrenos que no estaban en uso. En 1991 al pueblo se le concede 1.200 hectáreas para que el pueblo la trabaje. En la entrada de El Humoso en letras rojas escriben “este cortijo es para los jornaleros en paro de Marinaleda”. Se funda la cooperativa Marinaleda S.C.A. en 1997, los cooperativistas tienen un sueldo fijo de 1.100 euros mensuales, casi dos veces el salario mínimo de España, y los jornaleros de 47 euros por día, cerca de 1.410 euros por 30 días trabajados. Estos montos se decidieron en su día con la aprobación en la asamblea del pueblo. Según Juan Prieto, jefe de campo El Humoso, “en la asamblea participa todo el pueblo, no importa la edad. Es un sistema que no nos ha dado problemas, al revés, al pueblo lo que siempre lo ha movido ha sido la asamblea”.
Cuando llegó el boom de las construcciones muchos desertaron las labores del campo, había trabajo para todo el que llegara al pueblo. Sin embargo, ahora tienen que hacer cola para trabajar. “Antes venía gente de fuera, había tres turnos en la fábrica y dos o tres cuadrillas en el campo. Entre eso y otras labores, había trabajando un mínimo de 600 personas al día. Al estallar la burbuja, no se puede dar trabajo a todos. Ahora los del pueblo tenemos que hacer cola para trabajar”, explica Prieto.
Una joven que no le quiso decir su nombre a la investigadora, Alicia Hernández, asegura que “esto está muy mal. No sé qué te han dicho otros, porque según a quién preguntes, te dirán”. También habla de la situación laboral que posee: “una va un día, se agacha, hace los esfuerzos, las agujetas y, cuando se ha hecho el cuerpo, pasa una semana hasta que vuelve a ir a trabajar”.
“¿Qué voy a hacer, de qué voy a trabajar si en esta zona no hay nada más que eso, la tierra? Me tendría que haber ido y haber estudiado, pero no da”. “Eso no es justo, o estás de acuerdo con el sistema y acudes, aunque no quieras, o te quedas en casa”. Se queja la joven que es obligada a estar de acuerdo con el sistema, sino no trabaja.
Desde 1979 José Manuel Sánchez Gordillo ha sido el único alcalde de la ciudad. En el 2012 el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) hicieron un saqueo de productos de primera necesidad. Y el alcalde Gordillo, los justificó diciendo: “en este momento de crisis, cuando están expropiando al pueblo, queremos expropiar a los expropiadores, esto es, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica”.
Se dice que Gordillo es un simpatizante del gobierno venezolano. El año pasado luego de las amenazas de Barack Obama, el alcalde se encontraba en el país y fue entrevistado por Venezolana de Televisión.
En el 2015 se revela el convenio de Venezuela con el alcalde de Marinaleda, 81 millones de euros por 12.000 toneladas de métricas de aceite de oliva, a 6.504 euros la tonelada para el país venezolano. “Nosotros llevamos nuestra propuesta de precio, ellos la aceptaron. Si yo llego con un precio y me dicen que no lo pueden pagar, pues bien. El caso es que la gente habló mucho del aceite, pero el Gobierno de España negocia todos los días con el de Venezuela la venta de armas y nadie dice nada, no hay problema. Pero tú vendes aceite y es un problema. Pero claro, los medios de comunicación ya se sabe con quién están”, señala Juan Prieto, quien acompañó al alcalde en su última visita a Venezuela.
“Todo el pueblo tenía conocimiento, todo se lleva a la asamblea. Todo el mundo debería alegrarse de que un pueblo esté abriendo el mercado, porque es un producto de calidad y, si piden más, eso se puede extender a la zona. ¿Vendérselo a los italianos para que paguen menos? Si puede ser a alguien que pague más, pues mejor”. Justificó Prieto.
La suegra de del alcalde desconfía de las nuevas generaciones. Pues ella vivió de cerca los cambios en la ciudad, y todo el esfuerzo de los ciudadanos para crear un sistema como el que ahora poseen. “Fueron muchas las penurias que se pasaron para lograr lo que ellos tienen. Ahora se va a ir todo por la borda, porque la juventud no valora nada, lo tienen todo y no ven lo que nos ha costado conseguirlo”, comenta.
“Es el problema de todas las luchas. Es lo que ha pasado en Cuba, en Venezuela, en los países del Este de Europa. No es lo mismo que el que ha luchado, se creen que todo es suyo. En Cuba la gente ahora piensa que si el móvil, el ordenador. Igual en Venezuela. Unos lucharon y ahora a otros se lo dan todo hecho, casa, estudios, no pagan ni un duro… Esos no comprenden nada”. Critica la suegra del alcalde.
Mari Carmen, habitante del poblado, dice: “Yo a Venezuela lo veo como esto, como el pueblo, como nuestro sistema. Así, que está mal. El pueblo ahora está mal”.