“A Nicolás Maduro se lo está tragando la crisis” dice Ramos Allup
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, difícilmente termine su mandato de seis años ante la aguda crisis económica del país petrolero, dijo el martes el jefe del parlamento, quien agregó que su salida podría darse incluso este año.
Por Diego Oré/Reuters
“En esta situación no creo que termine (su mandato)”, dijo a Reuters Henry Ramos Allup, nuevo presidente de la Asamblea Nacional, que por primera vez en 16 años tiene mayoría opositora. “Se lo está tragando la crisis”.
En una sala contigua a su despacho en el Palacio Federal Legislativo, el ducho político y abogado de 72 años, sostuvo que para que el país petrolero pueda superar la inflación más alta del mundo, la recesión económica y la escasez de bienes, Maduro y su gabinete deben dar un paso al costado.
Ramos, secretario general de Acción Democrática, uno de los partidos más antiguos del país, cree que el modelo socialista, implantado por el fallecido presidente Hugo Chávez, es el verdadero culpable de la grave crisis económica.
Sin embargo, Maduro y sus ministros sostienen que es la “guerra económica” de la oposición y los empresarios la que causa estragos a los 30 millones de venezolanos.
“Si ellos insisten -como lo están haciendo en seguir practicando un modelo que fracasó en todos los sentidos, la respuesta es de perogrullo: tienen que salir los que insisten en la crisis porque sino no la vamos a superar”, reflexionó.
“Los tiempos nos dirán cuál es la mejor forma (para cambiar de Gobierno). Nosotros hemos insistido en que las salidas a la crisis tendrían que ser democráticas, constitucionales, pacíficas y electorales. Ninguna otra”, agregó Allup.
La Constitución venezolana establece como faltas absolutas del Presidente su muerte, la destitución decretada por el máximo organismo judicial, la incapacidad física o mental, el abandono del cargo, así como la revocación popular a mitad de su mandato que, en el caso de Maduro, se cumple en abril.
Por años, la oposición trató de desbancar a Chávez pero no logró su cometido ni con un referéndum revocatorio de 2004, ni tras un breve golpe de Estado, dos años antes.
En 2014, luego de meses de violentas protestas exigiendo la salida de Maduro, el chavismo salió fortalecido. Sin embargo, a fines del año pasado, agobiado por los problemas de la economía, el oficialismo perdió, por primera vez, el control de la Asamblea Nacional en un cambio que algunos analistas presagiaron como “el fin del chavismo”.
Seis meses para cambiar el Gobierno
Durante la campaña electoral para las parlamentarias de diciembre del año pasado, la treintena de partidos opositores agrupados bajo el paraguas de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), firmaron un acuerdo para, de triunfar, buscar la mejor forma para sacar a Maduro en la primera mitad del 2016, reseñó La Patilla.
El triunfo se dio y Ramos asegura que ya están trabajando.
“Nos planteamos un lapso de seis meses para buscar, dentro de él, esa salida constitucional”, dijo agregando que no esperarán que la crisis se agrave por considerarlo un cálculo político irresponsable.
“¿Aguanta Venezuela tres años más con esta situación que día a día empeora?, se preguntó, retóricamente, Ramos.
“Si por simple cálculo político alguien dijera: ‘dejémoslo tres años más para que termine de achicharrarse en su propio aceite’, me parece muy irresponsable ¿Qué heredaría el próximo presidente dentro de tres años? Un cementerio”, caviló.
De ascendencia libanesa y reconocido por su estilo combativo y verborrágico, Ramos ha sido descrito también como un “dinosaurio fascista” por el propio Maduro. Sin embargo, el septuagenario político le ha devuelto a la oposición, desde la jefatura del parlamento, una voz contestataria.
Ramos consideró un triunfo que Maduro haya acudido a la Asamblea a dar su mensaje anual y dijo que la próxima semana acudirá la fiscal general y, próximamente, el vicepresidente y la treintena de ministros.
Además, insistió en que el parlamento tiene facultades para promulgar una ley de amnistía que están discutiendo y que Maduro se ha negado a priori a firmar, por considerar que liberará a banqueros corruptos y asesinos de inocentes.
“Tenemos facultades para promulgar la ley”, aseguró. “El Presidente dijo desde un principio ‘no’. La Asamblea, después de estudiar el proyecto dirá ‘sí’”.