Exiliados venezolanos en Miami esperan aprobación de la Ley de Amnistía
Venezolanos expatriados en Miami por razones políticas esperan expectantes la aprobación de una ley de amnistía que libere a los presos políticos y permite a los exiliados volver a su país, aunque algunos advierten que no lo harán mientras no existan garantías judiciales.
La ley, una de las prioridades de la Asamblea Nacional venezolana dominada por la oposición desde su aplastante triunfo en las elecciones legislativas de diciembre, busca amnistiar a decenas de presos políticos en el país y beneficiar también a personas que se han exiliado por su oposición al chavismo.
El proyecto de ley fue presentado el 11 de enero en el parlamento por la mayoría opositora, acompañada por personas como Lilian Tintori, esposa del dirigente Leopoldo López, quien ha devenido en símbolo de los presos políticos tras su condena a casi 14 años de cárcel acusado de incitar a la violencia, reseñó La Patilla.
Pese a que se espera que el proceso de discusión de la ley pueda prolongarse, ya algunos venezolanos expatriados en Miami, Florida (sureste de EEUU), se congratulan por la posibilidad de que se haga realidad.
La ley “es una puerta de esperanza para regresar a su pueblo, para regresar a su patria, ver a sus seres queridos, con los cuales no han podido tener contacto, es una luz de esperanza para regresar a Venezuela”, dice a la AFP Carlos Vecchio, coordinador del partido Voluntad Popular, de Leopoldo López.
“No hay manera de enfrentar la crisis que tiene Venezuela sino unidos, y el primer paso para ese encuentro, esa unión, es la liberación de los que hoy están tras las rejas y quienes están en el exilio por razones políticas”, añade Vecchio.
Alma presa –
El líder político salió de Venezuela a Estados Unidos a mediados de 2014 acusado, al igual que López, de incitar a la violencia durante protestas antigubernamentales que dejaron 43 muertos entre febrero y mayo de ese año.
Vecchio asegura que no dudaría en volver si es aprobada la ley de amnistía.
“El día que salí, inmediatamente ya tenía en mi mente que tenía que hacer todo lo posible para regresar”, dice Vecchio, al asegurar que abandonar su país fue la decisión “más difícil” de su vida.
“Leopoldo López está preso físicamente, yo estoy preso del alma, yo estoy aquí forzado (…). Es muy duro desde el punto de vista personal, familiar y del punto de vista político, porque yo lo que quiero es estar en Venezuela”, señala.
“No vine a Estados Unidos a quedarme, fue para salvar mi vida, tengo toda la intención de regresar y colaborar y contribuir para el rescate de la democracia”, dice de su lado José Antonio Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
Pero Colina, un exmilitar que llegó a Estados Unidos en 2003 pidiendo asilo político luego de haber sido acusado por la justicia venezolana de colocar bombas en las embajadas de España y Colombia en Caracas, lo que él niega, afirma que muchos exiliados no regresarán porque “las condiciones se mantienen intactas, los tribunales siguen en mano del gobierno”.
“En Venezuela no existen garantías para que ningún venezolano pueda regresar. La amnistía no quiere decir que la situación política en Venezuela ha cambiado”, subraya el presidente de Veppex, organización que dice tener 10.000 miembros en todo el mundo.
Poder judicial secuestrado
El problema, explica la presidenta de la organización de derechos humanos en Miami Venezuela Awareness, Patricia Andrade, es que la ley de amnistía que apruebe el parlamento tendrá que ser avalada por el poder judicial, y éste “está secuestrado” por el gobierno chavista.
“Si tienes una ley, se te va a quedar en el papel, porque no va a haber poder judicial que obedezca esa orden”, señala Andrade.
También hay personas que han manifestado temor de que una ley de amnistía pueda eventualmente interferir con las solicitudes de asilo político de los venezolanos en Estados Unidos, dice Andrade.
Según cifras recopiladas por Venezuela Awareness, más de 20.000 venezolanos han solicitado asilo político en Estados Unidos desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999.
Uno de los sitios predilectos de los venezolanos para asentarse es Florida, donde residen más de 100.000 personas de ese país, muchos de ellos llegados durante los gobiernos del fallecido Chávez (1999-2013) y de su heredero político Nicolás Maduro.