Arabia Saudita enciende Oriente Medio con la ejecución de un clérigo chiíta

Arabia Saudita apoya a los movimientos terroristas y a extremistas | REUTERS

Arabia Saudita apoya a los movimientos terroristas y a extremistas | REUTERS

La tensión en el golfo Pérsico ha alcanzado un nuevo punto álgido, después de que Arabia Saudita ejecutara este sábado a un clérigo chiíta pese a los numerosas peticiones de Irán para que no lo hiciera.

Irán ha elevado una protesta por la ejecución del clérigo Nimr al-Nimr y ha convocado al encargado de negocios saudí. Por su parte, Arabia Saudita convocó al embajador iraní, en respuesta a la reación “hostil” de Teherán, informó la agencia oficial saudita SPA.

El Gobierno de Arabia Saudita apoya a los movimientos terroristas y a extremistas, y afronta las críticas dentro del país con opresión y ejecuciones“, declaró el portavoz del ministerio del Exterior de Irán, Hossein Jaber Ansari, advirtiendo que “el Gobierno saudita pagará un alto precio por esta política”, según la agencia iraní IRNA, citada por AFP.

Uno de los clérigos más importantes de Irán, el ayatolá Ahmad Khatami, condenó la ejecución vaticinando que esta “borrará de las páginas de la historia” a la Casa de Saud que gobierna en Riad.

Mientras aliados de Riad, como Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, expresaron su apoyo al reino, otros países, como Irak y el Líbano, han unido su protesta a la de Irán.

Khalaf Abdelsama, líder del bloque parlamentario iraquí del partido gobernante chiíta Dawa, exige clausurar la embajada saudí, que reabrió el pasado 15 de diciembre por primera vez en 25 años, así como expulsar al embajador, que apenas llevaba tres días en Bagdad. Asimismo, Abdelsama propone “ejecutar a todos los terroristas saudíes que se encuentran en las cárceles de Irak”, que suman 61, según cifras barajadas a mediados de 2015, informa AFP.

¿Quién es jeque Nimr?

El clérigo chiíta Baqr al-Nimr, también conocido como jeque Nimr, cobró fama por su oposición frontal al Gobierno sunita de Riad, que lo arrestó en 2012 tras los disturbios que marcaron la primavera árabe en el país, y lo condenó a la muerte en 2014. Arabia Saudita lo acusó de alentar la violencia entre sus correligionarios, que son minoría no solo en este país, sino también en la mayor parte de los países árabes, salvo Irán, Azerbaiyán e Irak, donde son mayoría, mientas que en Líbano representan la mitad.

Otro país donde los chiítas suman casi el 40% de la población es Yemen, donde desde principios de 2015 la organización militarizada chiíta de los hutíes gobierna el país tras expulsar al presidente Abd al-Rahman al-Mansur. Arabia Saudita acusa a Irán de apoyar a los hutíes, y desde el marzo de 2015 bombardea las posiciones de estos en Yemen.

 

Con información de Actualidad RT

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