Divorcio Psuv – CNE sin tendencia irreversible

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Los resultados de las recientes elecciones parlamentarias ha puesto en entredicho el “hasta que la muerte los separe” con el que parecía sellada la armonía entre el Gobierno nacional y el Consejo Nacional Electoral (CNE).

El propio presidente Nicolás Maduro fue el primero en tirar la piedra y asomar la palabra fraude que , de acuerdo al sector oficialista se escuchaba con atelación en los cuadros de la oposición.

Hace poco más de un mes, en una ceremonia casi solemne, el mandatario nacional con su firma se comprometía a respetar los resultados de las parlamentarias, reseña 2001.

“Aquí hay un poder electoral que manda, el 6 de diciembre lo que diga el poder electoral será palabra sagrada y yo como presidente haré cumplir y acatar los resultados, en el marco de la Constitución” , dijo Maduro.

También, el mandatario propuso a gobernadores, alcaldes e instituciones, sacar el documento de reconocimiento electoral a todas las plazas Bolívar del país, “para que sean firmadas en jornadas por todo el pueblo”.

En el acto celebrado en la propia sede del Consejo Nacional Electoral, catorce partidos del Gran Polo Patriótico estamparon también su firma no sin antes denunciar a la negativa de la oposición de honrar el documento.

Pues, el ojo morado que dejó en el oficialismo la cifra de diputados obtenidos por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha alterado la visión oficial y con su actitud, no solo siembra o intenta sembrar dudas sobre la legitimidad del evento, sino que más allá, pone en tela de juicio la gestión del CNE del que hasta hacía poco proclamaba como el sistema electoral más seguro y transparente del mundo.

Nada raro. A la doctora Blanca Rosa Mármol de León, ex magistrada de la Corte Suprema de Justicia no le sorprende que el Ejecutivo nacional desconozca la nueva mayoría opositora en el Poder Legislativo.

Resaltó además los resultados que ya estaban en conocimiento del Ejecutivo desde hace mucho tiempo, dado al grado de hartazgo del pueblo ante el llamado socialismo del siglo XXI..

“Ellos prometieron que iban a aceptar los resultados de las elecciones, cosa innecesaria por demás, porque ese es un mandato de la Constitución nacional.

Y para desconocer la mayoría obtenida por la oposición, “ recurren al Tribunal Supremo de Justicia que, como siempre, está dispuesto a complacerlos” , precisó la exmagistrada .

Llama la atención de la doctora Mármol de León, la maniobra política que lleva adelante la Asamblea Nacional AN saliente, en busca de llenar las vacantes de los ex magistrados del máximo tribunal del país, un trámite que corresponde al legislativo que entrará en funciones el próximo cinco de enero.

La exmagistrada enfoca entonces su atención al proceso que lleva a cabo la Asamblea Nacional en funciones, para subrayar que está completamente viciado.

Infidelidad. ¿ Cómo queda el Consejo Nacional Electoral, autónomo según muchos, subordinado para otros, ante la voz de “fraude” que parte del Palacio de Miraflores?.

La doctora Mármol de León recuerda que para el gobierno el ente electoral “siempre fue prístino, inmaculado, el sistema de votación más perfecto”, por lo que no imagina qué propósito estaría detrás de esa posición presidencial.

Especialista en amargura. Evaluando las más recientes acciones del sector oficial, la doctora Blanca Rosa Mármol de León reafirma lo expresado en las redes sociales, en las que afirmaba que el gobierno ha hecho “una especialidad de amargarnos la Navidad”.

Recuerda el número de procesos electorales, “inícuos” porque han llevado a la gente a la amargura porque se han hecho los esfuerzos sin poder comprobar resultados y siempre quedan las sospechas y las frustraciones.

Este año, aclara, “tenemos una especie de contra que es pensar que si pudimos cuando nos propusimos unirnos y cuando tuvimos la meta común lograr el objetivo y si logramos la mayoría calificada necesaria para producir cambios importantes desde la Asamblea nacional y , que si recuperamos un poder importante del Estado, que es el legislativo y con eso vamos en camino de recuperar la democracia, aunque el gobierno nos quiera amargar las Navidades.