Orlando Ochoa: El chavismo no creó la crisis por locos ni porque querían hacer daño

El economista Orlando Ochoa / Imagen de referencia

El economista Orlando Ochoa / Imagen de referencia

El economista Orlando Ochoa asegura que la crisis económica que vive Venezuela es producto de una política de mal manejo de la economía que se aceleró con la caida de los precios del petróleo, reseña Noticiero Digital

La afirmación la hizo en el Foro de Perspectivas de Econometrica, al que asistió como invitado.

Inició su conferencia destacando el hecho de que algunas variables macroeconómicas están influenciadas por el precio del petr 305%ctor de , que se conoce del BCV da 198%, mientras que a otros sectores, como los supermercados les daóleo, y que Venezuela en este momento atraviesa por una situación excepcionalmente mala, sin precedentes en el país.

Expresó que la tasa de inflación extraoficial, que se conoce del BCV, es de 198,4% en doce meses, hasta octubre 2015, mientras que si se mide la variación de precios en sectores como supermercados, es de 305% para el mismo período. Asimismo destacó Ochoa que no tenemos precedente en el país en entrar en una dinámica de la inestabilidad macroeconómica de hiperinflación.

“El traspaso de la devaluación a la inflación depende del escenario económico y en el caso venezolano, de acuerdo a los técnicos del BCV que han estudiado esto en los últimos quince años, las variables clave para determinar cuánto el sector privado traspasa de la devaluación a la inflación son: 1) El precio del petróleo, 2) el nivel de las reservas internacionales, 3) el escenario en curso de la inflación”.

Manifestó que si se observa que las reservas internacionales están cayendo y el precio del petróleo está abajo, el sector privado se va a guiar al fijar el precio por el esperado y creciente costo para reponer inventarios, y al sintetizar su idea, expresó: con bajas reservas, bajo el precio del petróleo; y sin Fondo de Estabilización Macroeconómico, el bolívar se va a seguir depreciando, lo que aumenta las expectativas de depreciación del bolívar y ello acelera la inflación.

“En el caso contrario, con las reservas internacionales fortalecidas y un plan de estabilización; entrada de nueva inversión al sector petrolero; y precio del petróleo fortaleciéndose, constituye una señal de que el BCV tendrá músculo para estabilizar un mercado cambiario bien establecido y, por lo tanto, los empresarios, en vez de elevar el traspaso de la devaluación a la inflación, van a tratar de traspasar lo menos posible; porque van a interpretar que el BCV puede sostener la política monetaria-cambiaria, y, por lo tanto, es mejor cuidar la participación del mercado (el denominado market-share); en vez de irse de largo subiendo los precios y los competidores tomen una mayor cuota del mercado con precios más moderados”.

Agregó Ochoa que esa era la lógica que se desea que funcione en el sector privado para estabilizar el mercado cambiario y la inflación; aunque hay otras variables de política económica importantes para poder lograr una drástica reducción de las expectativas inflacionarias. De inmediato pasó a considerar el papel clave del sector petrolero en una perspectiva de recuperación económica de Venezuela pues éste provee más del 95% de las divisas, y también tiene el peso de múltiples obligaciones adquiridas por el gobierno; y en el corto plazo, sí hubiese un cambio de orientación económica, fruto de un cambio en el ambiente político del país que puede iniciarse en 2016, el flujo de divisas de Venezuela está concentrado en exportaciones petroleras.

Según Ochoa, en los primeros 24 meses, de iniciarse un plan económico coherente en el país, el sector privado se puede recuperar. La tarea es más ardua pero factible en las empresas básicas estatales, para sentar las bases de una recuperación sólida en el país: “Por ejemplo, Sidor tiene que pasar de un millón de toneladas de acero ahora, a casi cinco millones de toneladas, su capacidad instalada, como estaba en el 2007, cuando fue estatizada, para volver a abastecer bien al país; y si la economía vuelve a crecer con vigor, la demanda de insumos como acero, aluminio, cemento y productos petroquímicos, se elevará mucho”.

Situación económica

Dijo que desde hace algunos años, Pdvsa le estuvo entregando al BCV sólo la mitad de las divisas petroleras que le ingresaban: insuficientes para cubrir las importaciones y los saldos negativos de las cuentas de servicio y renta; las reservas internacionales y los fondos disponibles han venido siendo usados y han disminuido drásticamente.

“De manera que el flujo de divisas no alcanza, y los fondos, tanto en reservas internacionales, como fuera de las reservas se han venido usando, y la posición de inversión internacional del sector público, que publica el BCV, dejó de hacerlo desde el tercer trimestre de 2014, cuando eran unos 129 mil 800 millones de dólares en activos del sector público; siendo sólo una parte de ellos líquidos; y una parte de ellos no se sabe si realmente existen”.

Para Ochoa, en cualquier caso, tenemos un problema en divisas, en bolívares, y se remontó a 2012, cuando Hugo Chávez presidente generó un déficit de 15,6% del PIB, con un precio del petróleo a 103 dólares por barril, siendo financiado dicho déficit en más de 50% por el BCV vía Pdvsa.

“Esa masa de bolívares, esa expansión de la liquidez fue la que inició el reventón del mercado paralelo a finales de 2012: el cual saltó a 20 bolívares por dólar a finales de ese año, y desde entonces, esa dinámica de déficit del sector público, financiamiento monetario, depreciación, más inflación y déficit, se retroalimenta. Ese es el caso clásico de hiperinflación, que conocemos los economistas en nuestra literatura por más de 100 años”.

Al enfocar el tema de la inflación, describió como el BCV calcula la tasa de inflación, incluyendo los productos regulados, y los de venta subsidiada por Mercal y Pdval; aparte de que denunció a una directora del BCV, impuesta por el PSUV, de haber cambiado los ponderaciones en alimentos para reducir la tasa inflacionaria, y que, aún así, la tasa de doce meses acumulada llega a 200% para octubre 2015; resaltó que se trata de la más alta del planeta, y llamó la atención de la circunstancia de que en estos momentos la inflación anualizada del mundo, ponderada por el tamaño de las economías, es de cerca de 1.5%.

“Esa cifra mundial para un año. En Venezuela va por 200% hasta octubre, y en un mes está alrededor de 11%, reprimida, inflación reprimida de 11% mensual”, y llevando a cabo un cálculo financiero, llegó a la conclusión de que pudiéramos tener una inflación de 250% anual, que es lo que traduce ese 11% mensual, y que en ese rango estábamos.

Se preguntó, qué si se iba a mantener ahí, y respondió que no, y, a su modo de ver, aunque hay una inflación reprimida, la presión alcista de los precios se sentirá en 2016, mientras los salarios nominales suben a una tasa muy inferior.

Según Ochoa, esta situación no la crearon los chavistas por locos ni porque nos querían hacer daño, sino porque perdieron el control; y entonces dibujó la paradoja que se da con la política económica del régimen chavista, y la que se basa en una reducción drástica del poder adquisitivo del salario con la alta inflación, mientras se reparte dinero en las misiones y decretan aumentos de salario nominal muy por debajo de la inflación, que además no se publica; recuerda que el chavismo ganó elecciones repartiendo, a través de las misiones; remontándose Ochoa hasta el año 2003, cuando Chávez instrumentó misiones sociales para ayudar a los pobres y para comprar voluntades.

“Atribuir a fraude electrónico masivo no es la realidad. El hecho es que el poderoso patrón de gastos sociales llevó a un patrón de gastos populistas, con un líder carismático, y un mensaje de igualitarismo muy atractivo”.

Trajo a colación el capítulo del “millardito” de dólares de Hugo Chávez solicitado desde 2003 al BCV; que estuvo un año pidiéndolo, y esto para financiar las misiones, en un momento en que para 2004 ni con los ingresos petroleros en alza, ni con el mayor endeudamiento, se podían financiar los crecientes gastos fiscales; y que es luego cuando se modifica la Ley del Banco Central, julio 2015, para poder echar mano de las reservas internacionales definidas como “excedentarias”, junto a lo que se consideró también como el excedente de tesorería de Pdvsa, como se logra hacer.

Recordó que Jorge Giordani había dicho que desde el 2005, hasta el 2014 se habían tomado por esa vía más de 120 mil millones de dólares, sólo por excedentes de reservas y excedente de tesorería de Pdvsa, manejados desde el Fonden; y resaltó el caso excepcional, que vendría a ser Hugo Chávez en el mundo, único jefe de estado que pudo manejar esa cantidad de fondos extra-presupuestarios sin ningún tipo de actividad contralora o supervisión de otros poderes públicos.

“No manejaron las finanzas así por locura sin sentido; lo hicieron para consolidar el poder político con el uso del gasto social-electoral; pensando que esto se podría prolongar indefinidamente, y no se puede desestimar que fue un éxito temporal, y el país creyó que eso era un logro real de la llamada Revolución Socialista”.

Entró en consideraciones en lo relativo al rápido crecimiento de la liquidez monetaria desde el 2005, experimentando un salto gigantesco hasta el día de hoy. Recordó que el economista Felipe Pérez en una reunión de economistas sostenida en julio de 2014, había advertido que a un déficit del sector público crónico de más de 15% del PIB, con creciente financiamiento monetario de ese déficit, sólo le faltaba el aumento de la velocidad de circulación del dinero y caída de la demanda real de los bolívares, para que entrar en un proceso de hiperinflación.

Se preguntó que qué era lo que impedía que esa hiperinflación se acelerara como sucedió en Brasil, Argentina y otros países en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado; y respondió que estamos en un país petrolero, con diez años de maniobras, controles, subsidios, importaciones públicas, y haciendo notar que los sueldos y salarios no han sido indexados. “Cuando se entra a una inflación de más de 100%, y los sueldos y salarios no son indexados a la inflación, sino que se ajustan una o dos veces al año, su poder adquisitivo cae brutalmente”.

Ochoa estimó que este año se han incrementado los salarios en menos de 100%, mientras la inflación extraoficial del BCV, reprimida, va por el doble; que es donde se aprecia, a juicio suyo, el rezago brutal que se ha dado en los mismos; pues al caer el poder adquisitivo del salario, cae la demanda, y que eso es lo que ha evitado que todavía la dinámica hiperinflacionaria no haya entrado en su fase más acelerada.

Tocó el tema de las importaciones, y, en ese sentido, dijo que en el 2012 se tuvieron importaciones privadas por el orden de los 36 mil millones de dólares; las públicas de 23 mil millones, incluyendo más de 8 mil millones de crudo y productos y 3 mil 600 millones en bienes de capital para el sector petrolero; el total de importaciones fue de 59 mil 300 millones de dólares; constituyendo esta cifra el nivel más alto que hemos tenido en importaciones.

Basándose en los señalamientos públicos de Jorge Giordani y Edmee Betancourt, reveló que un tercio de esas importaciones privadas y públicas eran fraudulentas; lo cual ilustró, según Ochoa, Mario Silva, contando cómo se montaban esos negocios de importaciones fraudulentas. El riesgo de operar en la Venezuela socialista para muchas empresas privadas se compensó con la sobrefacturación de importaciones; una forma irregular de cobrar por el alto riesgo.

“En el 2013 las importaciones privadas cayeron a 30 mil 500 millones de dólares y al 2014, que todavía no lo tenemos completo, las estimo en 24 mil millones de dólares, y para el 2015 se pueden estimar unos 11 mil millones de dólares, a lo sumo; es decir, una enorme caída impuesta por el Gobierno con el régimen de control de cambio, vía la caída de las importaciones; además de un brutal ajuste del salario real que tumba la demanda de bienes. Cuadrar las cuentas de esta forma, con un enorme sacrificio social y desabastecimiento, es peor que lo que le critica la izquierda marxista a los planes de ajuste del Fondo Monetario Internacional del siglo pasado”.

Añadió que esta situación nos explica la dinámica de hiperinflación, que ya llega a 200%, pero que no se acelera tan rápido, dada la drástica caída en el poder adquisitivo de los salarios nominales.

Mostró una lámina con lo que serían sus estimaciones petroleras para el período 2015 – 2016, y en producción admitió que Eulogio Del Pino hizo un tímido esfuerzo por mantener la producción, pero sigue cayendo en crudos ligeros y medianos. Las exportaciones de productos y crudos subieron algo, porque el consumo nacional cayó, y que este año 2015 estima que ingresen unos 38 mil 700 millones de dólares por exportación petrolera, y que el próximo año, asumiendo que el precio del petróleo suba un 7% en promedio, a 47, 80 dólares, y caiga el volumen exportado en 50 mil barriles diarios, ingresarían unos mil millones de dólares adicionales.

“Eso nos da menos de 40 mil millones de dólares en ingresos en 2016. Ese año el servicio de la deuda de Pdvsa, de la República, el Fondo Chino, importación de bienes de capital para el sector petrolero e importación de productos y crudo ligero, se ubica sólo en 25 mil millones de dólares. Evidentemente, ese monto, aún con exportaciones no petroleras por 4 mil millones de dólares, no es suficiente. No se pueden seguir reduciendo las reservas internacionales y el remanente en fondos públicos en el exterior, sin un cambio de estrategia económica, petrolera y financiera. Ahí nos topamos con las enormes restricciones del Gobierno de Maduro para poder rectificar en el 2016”.

La demanda de divisas con un régimen de control de cambio distorsionante, con fuertes ineficiencias en la asignación de recursos, es de 70 a 75 mil millones de dólares para el 2016; el 2015 cerrará las cuentas externas con una enorme contracción en las importaciones privadas, acumulando obligaciones por pagar en servicios, que simplemente se dejaron de pagar.

Ochoa definió esta situación como “el brutal ajuste” en el flujo de divisas, que tenemos y observamos en el desabastecimiento crónico, y en ese sentido se preguntó que si se podrán mantener igual de rezagados los salarios en el 2016 respecto a la inflación en alza; y respondió que la tolerancia social hacia ese ajuste brutal con enorme daño social sin resolver la causa del problema macroeconómico está llegando al límite de lo que un país puede aceptar.

Pasó a describir los aspectos esenciales de un plan de recuperación económica para Venezuela. Lo definió como con un plan de rescate de 36 meses; comenzando con un plan estabilización, que puede estabilizar el mercado cambiario, ordenar el flujo de caja de Pdvsa, financiar el déficit del sector público, el cual puede tener éxito en unos 12 meses; al lograr estabilizar el mercado cambiario, el sector privado reaccionará comenzando a suplir a Venezuela de todos los bienes y servicios que ahora carece.

“Luego se hace un plan de crecimiento económico para pasar del despegue inicial luego de estabilizar el mercado cambiario, a una etapa de crecimiento económico sostenible. Se le da inicio a una estrategia de largo plazo, y podemos pensar en operar en pocos años como la economía de Perú o Chile, pero con la ventaja de la turbinas petroleras que bien usadas son una gran ventaja”.

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