Usos de la parafina
Las mascarillas de parafina le ofrecen a nuestro rostro mayor suavidad, humectación y sobretodo, juventud.
En la búsqueda por obtener un rostro más bello, libre de imperfecciones mismas que son causadas por la edad y agentes nocivos como el frío o el sol. Los salones de belleza y laboratorios han incursionado en el empleo e investigación de nuevos elementos que ayuden a lograr este objetivo, ejemplo, la parafina, reseña Salud180.
La parafina es una sustancia cerosa y sólida que proviene del petróleo. Relacionada principalmente a la elaboración de velas, la parafina es también un ingrediente, que en la actualidad, se encuentra presente en gran parte de los tratamientos y productos para la belleza.
Esta sustancia es de fácil empleo y económica. Entre los beneficios que posee para nuestra piel se encuentra la humectación. La parafina permite humectar este órgano a niveles profundos ya que aumenta el flujo sanguíneo.
En el caso del rostro, está se emplea en forma de mascarilla o faciales. En esta terapia se suaviza e hidrata la piel, abre los poros y crea una sensación de calma.
La parafina suele emplearse caliente, pero a una temperatura agradable y que no sea nociva para la piel del rostro, que suele ser muy susceptible. De esta forma se introduce en las capas profundas de la piel ofreciendo de forma duradera un aspecto suave y rejuvenecedor.
Otros beneficios de la parafina se pueden hallar en el tratamiento de artritis, bursitis y fibrosis. Además, reduce el dolor y la rigidez en articulaciones y elimina el exceso de líquidos del tejido.
La parafina es una opción ideal para conseguir un rostro más bello, suave y juvenil, sin la necesidad de someterlo a tratamientos agresivos. Prueba esta terapia y disfruta de sus beneficios.