Polar se ha convertido en el “blanco preferido del Gobierno”
Desde el 2008, el Gobierno nacional, antes con el fallecido presidente Hugo Chávez y ahora bajo la gestión ejecutiva de Nicolás Maduro, apunta intensas amenazas sobre Empresas Polar. Afinca su mira a un emporio que cuenta con un portafolio de más de 500 productos, 40 marcas nacionales e internacionales y una flota de equipos, maquinarias y plantas operativas en el territorio, además de socios comerciales y franquicias. Una industria que produce alimentos esenciales y tiene la preferencia de los consumidores ante la desaparecida oferta de productos.
De acuerdo con La Verdad, la acción del Ejecutivo tiene un trazo delineado: el plan de la patria. En 2012 el presidente Chávez sentenció la “línea” a seguir: “Hacer irreversible el tránsito hacia el socialismo”. Su concreción pasa por “impulsar nuevas formas de organización que pongan al servicio de la sociedad los medios de producción”. Para lo cual insta a “diseñar estrategias que permitan garantizar la participación del pueblo, aumentando su nivel de conciencia para afrontar cualquier escenario que se origine como consecuencia de la guerra económica”, una que para el Gobierno revolucionario encarna la mayor empresa de alimentos de Venezuela.
A las expropiaciones, cientos de fiscalizaciones y amenezas contra Empresas Polar, se le suma la intención del gobierno de Maduro de enjuiciar al magnate Lorenzo Mendoza, presidente del grupo.
La semana pasada el jefe de Estado pidio “enjuiciar” al empresario por la conversación telefónica privada que sostuvo con el economista Ricardo Hausmann, en la que avala la posición del director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard sobre la necesidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) conceda un préstamo de 40 mil a 50 mil millones de dólares a un futuro Gobierno que suceda al de Maduro.
Tres días después, los diputados del PSUV denunciaron ante la Fiscalía General de la República a Mendoza por los delitos de “usurpación de funciones”, “traición a la patria” y otros contra “la independencia, la soberanía y la seguridad de la nación”.
Para el economista Edinson Morales, en un escenario electoral y con encuestas que dan cuenta de un resultado “perdido” para el oficialismo en la AN, la formulación de la política económica es ir contra los “símbolos del capitalismo, que para el Gobierno es Empresas Polar. Por ahí va el ataque. Es como si el Gobierno quisiera tumbar a Polar para tener crédito electoral el 6-D”.
Los efectos económicos más que aumentar los alimentos en la Venezuela de escasez barrerían las iniciativas de inversionistas. Asoma “estampidas”. Y es que la contradicción del discurso de incrementar la producción con un tono al final de “quitar empresas, estatizar, nacionalizar, controles de precio y leyes que son amenazas para el desarrollo” ya tiene la fórmula: “fracaso”. Asegura: “La guerra económica la tiene el Gobierno con controles estructurales que generan corrupción, caída de rentabilidad de la producción y salida de capitales extranjeros”