¡Somos súper, solo por ser mujeres!
¡Que fantástica nuestra capacidad de hablar por teléfono, poner la ropa en la secadora, cocinar, atender a los hijos, ser una profesional y aún tener capacidad para amar!. Lo cierto es que aunque seamos capaces de todo eso, necesitamos amor y descanso, todos lo necesitamos.- eme de mujer.
Hacer de los hijos buenas personas, en nuestra profesión ser excelente y lograr de nuestra pareja una relación actualizada, es trabajo y NO supone hacerlo todo yo.
Ser una súper mujer, es ser una mujer, es aprender a delegar y simplificarse la vida, bajar a la realidad y entender que el estándar de perfección no es humano, ni posible y siempre frustrante.
Ser una súper mujer, es dar espacio a que tus hijos se nutran de otras formas de crianza y enseñanza, hacerlo todo tu es como darles de comer todos los días y todas las comidas el mismo alimento; puedes ser la mejor carne, pero comer carne en el desayuno, almuerzo y cena no es una nutrición balanceada.
Ser una súper mujer, es darle espacio a tu marido para que descanse, pedirle que te de una mano cuando haga falta y tolerar que lo haga distinto a ti.
Ser una súper mujer, es no hacer todo en la cocina y valerse de los sitios que venden cosas listas, de las cosas picadas en el súper, de los utensilios prácticos de cocina e intentar, de cuando en cuando, que los hijos ayuden aun que sea a partir los platos.
Ser una súper mujer, es aquella mujer que no sabe hacer todo lo que dije arriba, pero todos los días intenta aprender y si es muy cuesta arriba, busca ayuda de un profesional que la acompañe a ver más allá del quehacer!