Enfermos del corazón deben comprar insumos para operarse
En el Hospital Pérez Carreño había esta semana una lista cercana a los 400 pacientes que necesitaban una cirugía cardiovascular. Los médicos comenzaron a depurar el directorio de espera y llamaron a cada paciente. En los primeros 40 contactos que hicieron, se enteraron que 10 habían fallecido.
Los pacientes de ese hospital llevan hasta dos años esperando ser intervenidos, debido a la escasez de materiales quirúrgicos y medicamentos que también afecta a los 400 enfermos que aguardan en el Hospital Universitario de Caracas y a los que se atienden en el Militar Carlos Arvelo, que son los únicos del sector público que hacen estas intervenciones en Caracas.
Aunque las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Venezuela con 30.467 fallecimientos, según el último anuario de mortalidad que se publicó en 2012, las intervenciones quirúrgicas disminuyen año tras año. En el Pérez Carreño, por ejemplo, hace 2 años operaban 200 pacientes durante los 12 meses, pero el año pasado las intervenciones bajaron a 80. Hace dos meses en el Universitario de Caracas los médicos declararon un cierre técnico del Servicio de Cirugía Cardiovascular debido a equipos dañados y la falta de suministros. De 200 operaciones con estas patologías hace dos años se bajó a 40 intervenciones en el transcurso de 2015.
Un médico del Pérez Carreño, que prefirió no ser identificado, precisó que solo se hacen dos intervenciones cardiovasculares los días martes y jueves, pero los beneficiados deben conseguir una lista de insumos por su cuenta para luego buscarle un cupo en quirófano. Deben comprar desde equipos descartables de un solo uso, bandejas de tubo, oxigenadores de membrana, hemoconcentradores y hemoclips para sostener las arterias, hasta el medicamento Protamina para revertir el efecto del anticoagulante, porque no hay en el hospital.
Los médicos denunciaron que los diagnósticos se complican en el área de emergencia porque tampoco hay contrastes para la hemodinamia.
“Tenemos que mandar tratamientos paliativos mientras tanto, pero si pasa mucho tiempo las probabilidades de morir en la intervención son de 90%. La carga emocional es muy grande”, comenta uno de los cardiólogos tratantes. Con información de El Nacional