La psicoterapia online llegó para quedarse
Fiona Wallice, la protagonista de Web therapy, era una desastrosa psicoterapeuta pero con un punto a favor: implementó la modalidad de consultas a través de la web, método que, bien llevado, puede dar un resultado extraordinario.
Wallice, interpretada por Lisa Kudrow, era el personaje principal de la serie Web therapy, que en Estados Unidos logró cinco temporadas. Esta psicoteraeuta decidió atender a sus pacientes a través de cámaras web para que, supuestamente, divagaran menos. Pero su personalidad dispersa convertía las sesiones en una verdadera comedia.
En la vida real, las “web therapy” o terapias de web existen y se practican con éxito. La tecnología ayuda a mantener conectados a pacientes y psicoterapeutas que no pueden reunirse en el consultorio.
Las terapias psicológicas de web se han hecho bastante frecuentes en Venezuela. Las razones son básicamente dos: la inseguridad, porque algunos pacientes prefieren tratarse desde la casa, y la emigración.
Verónica Torres ([email protected]) es una psicóloga venezolana que aplica la terapia de web desde hace varios meses. Vive en Miami y continúa atendiendo a buena parte de sus pacientes, tanto de Venezuela como de otros países.
Explica que la psicoterapia online es una modalidad de tratamiento con las mismas exigencias de la psicoterapia en persona pues sus sesiones son igual de estructuradas y reguladas por las mismas normativas que protegen la privacidad del paciente.
No es fácil. El profesional debe entrenarse y estar sumamente atento a signos que son fáciles de percibir en las consultas personales pero no en las online como el aliento a alcohol, pupilas dilatadas o un ritmo de respiración alterado. “Incluso hay gestos faciales o intenciones que pueden ser más fácilmente manipuladas cuando se trata de sesiones online”, explica Torres.
Afortunadamente, la tecnología cada vez ayuda más.
“Aplicaciones de teleconferencia como Skype y Facetime hacen posible ver al paciente en tiempo real y notar la mayoría de sus gestos y comportamientos que ayudan en la observación clínica de aspectos necesarios para la conceptualización del caso, para el encuadre y alianza terapéutica y para la definición del tratamiento y la expectativa de efectividad”, comenta.
Las razones para preferir una consulta online son muchas. Obviamente, que médico y paciente vivan en zonas geográficas distintas es la razón principal pero otros las prefieren por “falta de tiempo, discapacidad física o enfermedad”.
El primer contacto suele darse por mensaje de texto o correo electrónico. El resto de la relación es igual a la 1.0: se programan las citas, hay que ser puntuales y, si no se puede asistir, se debe cancelar con tiempo.
“A algunos se les da muy bien las citas online pero otros no logran ajustarse y abandonan, pero esto también ocurre en las sesiones en persona”, dice Torres. La mayoría de los pacientes son referidos por otros profesionales o encuentran al psicoterapeuta en redes sociales.
Las consultas online llegaron para quedarse. “Esta modalidad se ha hecho muy popular actualmente, gracias a las innovaciones y a la considerable migración, particularmente desde Venezuela. Por ello, la elección de la psicoterapia onlinees una opción práctica porque permite conservar una relación terapéutica y porque los precios, en los nuevos países de residencia, suelen ser muy elevados. Incluso para muchos inmigrantes que no disponen de seguro, ésta es una opción excelente”, complementa.
El balance de la psicoterapia por web suele ser positivo si el profesional se lo toma en serio. “Debe conservar el profesionalismo, confidencialidad, respeto y seriedad del ejercicio clínico y mostrar calidez y empatía hacia el paciente, a pesar de la distancia física”, concluye Torres.
Vía EU