La escasez en Venezuela es mortal para los pacientes oncológicos
“Desde 2014 padecemos la agonía de morir lentamente por la falta de medicamentos”, afirma Dora García, paciente de oncología que padece de cáncer de mama. Ella, al igual que muchos otros enfermos, ha madrugado en los pasillos del oncológico Luis Razetti de Caracas en espera de recibir radioterapia.
En la unidad oncológica Kleber Ramírez Rojas de Barcelona, personas como Pedro Ochoa, quien proviene del estado Miranda y padece de cáncer en el esófago, viajan de un estado a otro con una referencia médica para buscar asistencia en otros centros de salud pues los de su localidad no cuentan con lo necesario para prestar un servicio completo.
Los pacientes, trabajadores y la directiva del Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño de Naguanagua (Carabobo), también han denunciado la falta de insumos a Insalud (organismo del cual depende el centro de salud) pero afirman que no han obtenido respuesta.
Además de la travesía de visitar varios centros oncológicos públicos y privados, los venezolanos que padecen de cáncer o sus familiares deben comprar las inyectadoras, scalp, soluciones al 0.9%, yelcos o batas quirúrgicas utilizados en la aplicación de tratamientos como la quimioterapia, que también está escasa.
Es un hecho que la falta de insumos y la escasez de tratamientos y medicinas comprometen la vida de los pacientes que acuden todos los días a los centros de salud en la espera de una respuesta.