Ecologistas alertan de la liberación de moscas genéticamente modificadas

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Un total de 18 organizaciones europeas del ámbito de la protección del medio ambiente, de la biología y contrarias a la manipulación genética de especies han alertado del “peligro” que, a su juicio, suponen los planes de la empresa Oxitec para liberar especímenes de una mosca del olivo manipulada genéticamente.

Según declaran estas organizaciones, la compañía británica ha solicitado permiso para soltar “hasta 1.825.000 moscas con AND mezcla de organismos marinos, bacterias, virus y otros insectos” en un área cercana a Tarragona. “La intención de la empresa es liberar hasta 5.000 moscas transgénicas por semana en España durante un año cerca de la ciudad de Tarragona”, asegura el comunicado conjunto que han elaborado todas ellas.

Para Janner Cotter, doctora de la Unidad Científica de Greenpeace internacional, se trata de un “experimento peligroso” que “convertirá Europa en un laboratorio al aire libre”. “Los insectos no respetan las fronteras, y la esterilidad nunca es 100% efectiva.

Podrían escaparse del área de experimentación y si, como con tantos otros ensayos, las cosas no funcionan según el plan, será imposible desmantelar el experimento -ha advertido la científica-. Además, cualquier tipo de control o retirada de estos insectos modificados genéticamente sería imposible, más incluso que con los cultivos transgénicos”.

Entre los posibles efectos que podría producir la liberación de estos animales, de aprobarse finalmente, las organizaciones han señalado que la manipulación genética provocará que las larvas de estas moscas mueran dentro de las aceitunas.

“Ningún consumidor quiere comer aceitunas rellenas de larvas transgénicas muertas”, critican. El objetivo de la liberación de estos animales sería provocar una reducción de la población nativa de moscas oliveras, con la finalidad de reducir el daño que causa esta especie a la producción de oliva.

Pese a que la liberación se realiza en un área concreta cubierta con redes, de 1.000 metros cuadrados, las ONG creen que los especímenes modificados genéticamente podrían “escaparse” y “dispersarse sin control alguno”, lo que, a su juicio, llevaría a una reducción de la especie nativa y supondría un ataque a la biodiversidad y al equilibrio del ecosistema.

“Con los sistemas de soporte del planeta ya sometidos a tanto estrés, cualquier tipo de daño irreversible resulta inaceptable”, considera la responsable de la Coalición Portugal Libre de Transgénicos, Margarida Silva.

Por ello, creen que “es hora de enviar una señal clara de que estos organismos no deben ser liberados” y de “invertir en métodos de protección de cultivos sostenibles y con un enfoque holístico, que puedan satisfacer tanto a productores como a consumidores”.

“España es el primer productor mundial de aceite de oliva ecológico, con una extensión de 170.000 hectáreas de cultivo. Si por cualquier motivo esta aceituna entrase en contacto con las nuevas larvas de mosca modificadas, los productores ecológicos podrían perder su certificación y la confianza del consumidor en la producción ecológica se vería perjudicada.

Además, el impacto sobre la salud humana no ha sido evaluado adecuadamente”, advierte Víctor Gonzálvez, de la Sociedad Española para la Agricultura Ecológica (SEAE).

 

Vía LaVanguardia

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