Así era la vida “secreta” del presunto homicida del ex gobernador Yánez Rangel: Policía de día y secuestrador de noche

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El oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) supuestamente involucrado en el asesinado del exgobernador del estado Cojedes, Jonny Yánez Rangel, se desempeñaba de día como funcionario y de noche se convertía en un temido secuestrador del este de Caracas.

Al uniformado Roberto Carlos Navarro Armas, que tenía su propia banda de secuestradores en la capital venezolana, lo relacionan con otros tres plagios anteriores al homicidio del exfuncionario del oficialismo. Sin embargo, en estos momentos se encuentra prófugo de la justicia, reseñó el diario Notitarde.

De acuerdo a investigaciones de las autoridades correspondientes, Navarro Armas, alias El Chino, solía usar las patrullas de la PNB para secuestrar a sus víctimas. La noche del pasado 24 de septiembre interceptó Yánez Rangel cuando se desplazaba en un vehículo Toyota Corolla por el túnel de La Trinidad.

De inmediato llegaron otros cuatro delincuentes y procedieron a llevarse al exgobernador hacia la carretera Panamericana. Desde ese lugar contactaron a un familiar de Yánez Rangel para comenzar las negociaciones. Horas más tardes un pariente acudió al encuentro con los plagiarios, a quienes les entregó un reloj Rólex, divisas, dinero en efectivo y joyas.

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Pero nada detuvo a los secuestradores, quienes asesinaron y quemaron al exfuncionario del chavismo. En ese sentido, los investigadores del caso no se explican cómo El Chino entró a ese organismo de seguridad del Estado si tiene registros y antecedentes policiales. Las pesquisas se dirigen hacia otros agentes de la PNB que facilitaban la utilización de patrullas para cometer secuestros en el este de Caracas.

Las autoridades afirman que Navarro Armas salía a patrullar en su unidad modelo Orinoco y cuando veía a una víctima le ordenaba que se detuviera, mientras sus cómplices se encontraban a pocos metros en un carro particular.

Los agraviados se abstenían de formalizar alguna denuncia al respecto por temor a sufrir represalias. Meses antes de muerte, a Yánez Rangel le habían dictado medida privativa de libertad por el delito de estafa agravada. Sin embargo, también transitaba por las calles de Caracas sin ningún problema.

“Cuando no se denuncia se da la posibilidad de que estas organizaciones de delincuentes crezcan. Hay que confiar en los organismos de seguridad, aunque en este caso haya un policía involucrado. Dentro de las policías hay funcionarios honestos”, dijo el director del Cicpc comisario Douglas Rico.

Con información de Maduradas

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